Interior de la Bolsa de Madrid. / Archivo
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Bernanke, Grecia y el crudo propinan al Ibex la mayor caída del año

El selctivo español cede un 2,77% y retrocede hasta los 9.942,60 puntos

MADRID Actualizado: Guardar
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Jornada de gran tensión en los mercados por la coincidencia de varios factores funestos. Por un lado, los inversores guardaban en la memoria las preocupantes palabras del presidente de la Reserva Federal norteamericana, Ben Bernanke, sobre las incertidumbres económicas: más allá de la mera reducción de las previsiones de crecimiento de Estados Unidos, incorporó a su discurso dudas sobre las razones que explican el enfriamiento económico: ¿Son temporales o permanentes? Y aunque Bernanke dejó la puerta abierta a nuevos estímulos si la situación económica lo requiere, el mercado se quedó con la parte negativa de toda esta historia: que Estados Unidos se debilita y que, posiblemente, no pueda caminar por sus propios medios.

Menos de 24 horas después del discurso de Ben Bernanke, las cifras económicas incidieron en esa misma idea: en primer lugar, el índice de actividad de la Fed de Chicago se debilitó en mayo más de lo esperado por los analistas, al tiempo que se revisaba a la baja la cifra del mes anterior. A continuación, el dato de paro semanal también resultaba decepcionante: el número de solicitudes semanales de subsidio por desempleo subió hasta las 429.000, por encima de las 415.000 previstas. La cifra anterior se revisó a peor. Al menos, el mercado inmobiliario proporcionó algún dato positivo: las ventas de viviendas nuevas superaron las expectativas de los analistas y ceste jueveson menos de lo esperado.

Europa también puso su granito de arena para propiciar una sesión de fuertes descensos bursátiles. Al fin y al cabo, los datos que se publicaban a primera hora de la tarde en Wall Street "sólo" profundizaron unos descensos que ya estaban presentes en los mercados europeos desde la apertura. Así, el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, afirmó que la crisis de la deuda soberana tiene un gran riesgo de trasladarse a los bancos. Aseguró que la posibilidad de contagio entre países e instituciones financieras es la mayor amenaza actualmente para la estabilidad financiera.

Crisis griega

Este jueves, además, comenzaba la cumbre de dos días de jefes de Estado y de Gobierno europeos con Grecia fuera del orden del día pero, sin duda, como tema fundamental de las reuniones. Alemania, Holanda y Finlandia siguen estando en contra de asegurarle a Grecia el nuevo tramo del rescate aprobado el año pasado, es decir, los 12.000 millones de euros que necesita para pasar el verano, antes de que el Parlamento heleno apruebe, la próxima semana, el plan de austeridad al que ya ha dado el visto bueno el Gobierno. Pero falta la oposición: Angela Merkel, por ejemplo, la ha instado a que apoye los recortes presupuestarios. Y el Partido Popular Europeo ha hecho lo propio con sus correligionarios conservadores griegos. Por otro lado, varios Gobiernos (el alemán, el francés, el holandés y también el español) se han reunido con los bancos para que participen en el próximo rescate de manera suave y voluntaria. En Grecia, mientras tanto, se ha convocado una huelga general coincidiendo con la votación del plan de austeridad.

Todos estos factores provocaron que el mercado secundario de deuda se tambaleara. La prima de riesgo de la deuda portuguesa fue la que más subió: del 8,19% al 8,55%; a continuación, la prima de riesgo de los bonos españoles: desde el 2,59% hasta el 2,76%, su nivel más alto desde el 30 de noviembre, cuando alcanzó el 2,83%.

La de la deuda irlandesa subió del 8,76% al 8,92%. La de Grecia recuperó el nivel del 14%. A esta ampliación del diferencial de rentabilidad entre los diferentes bonos periféricos y la del alemán contribuyó la fuerte bajada de la de de este último: ante la aversión al riesgo, el dinero se refugia en los activos más seguros, los bonos germanos, que suben de precio al tiempo que baja su rentabilidad, que este jueves se situaba en el 2,86%. Hasta el 2,90% caía, mientras, el interés del bono a diez años americano, que también se ha erigido en refugio.

En el mercado de divisas, en 24 horas un euro ha pasado de cambiarse por 1,44 dólares a hacerlo por poco más de 1,41.

Aunque fueron elementos de segunda fila, no hay que perder de vista que la desaceleración económica también es algo que afecta a Europa, con los índices de gestores de compras de los sectores industrial y manufacturero decepcionando expectativas.

Más relevancia tuvo la decisión de la Agencia Internacional de la Energía de poner en el mercado 60 millones de barriles el próximo mes para enfriar el precio del crudo, que se ha disparado por las interrupciones en el suministro del crudo procedente de Libia y evitar, de esta manera, un deterioro económico adicional. De hecho, tradicionalmente, un repunte del petróleo ha traído consigo una recesión en Estados Unidos. El efecto de la decisión en el mercado fue inmediato: el barril de Brent, de referencia en Europa, cayó casi un 6%, hasta los 107,5 dólares; el barril de West Texas, de referencia en Estados Unidos, un 4,5%, hasta los 91,15 dólares.

Fuerte retroceso del Ibex

En Bolsa , todos estos factores sólo podían terminar mal: el selectivo español cedió un 2,77% en su mayor caída del año, para dar un último cambio en los 9.942,60 puntos. El Ibex fue el peor índice de toda Europa, junto con el selectivo griego, que se dejó un 2,80%. A continuación se situó el Ftse Mib de Milán, con una caída del 2,73%. Pérdidas de algo más de dos puntos porcentuales para el Cac 40 francés, mientras que el Dax alemán perdió un 1,77%, prácticamente lo mismo que el Ftse 100 británico, mientras que el PSI-20 de Lisboa retrocedió un 1,63%.

En Estados Unidos, los indicadores también comenzaban la jornada a la baja, pero con recortes más reducidos, sobre todo el Nasdaq. En Europa, el sector más penalizado por las ventas fue el bancario. De los diez valores que más ceste jueveson dentro del Eurostoxx 50, ocho eran bancos. Y los que más bajaron fueron los españoles y los italianos. Entre ellos, encabezó los descensos BBVA, con un recorte del 5,46%, después de anunciar una ampliación de capital de 2.000 millones de euros con una conversión anticipada de bonos en acciones. A continuación, Unicrédito, con un descenso de casi un 5%. Santander e Intesa SanPaolo cedieron más de un 4%. BNP, Crédit Agricole, ING y Société Générale, más de un 3%.

En el Ibex, pues, los valores que peor lo hicieron fueron los dos grandes bancos, seguidos por algunos valores cíclicos y dependientes de financiación, como Sacyr Vallehermoso, que perdió un 4,78%, Acciona, que cayó un 4,54%. Los descensos de Mediaset se acercaron al 4%, como los de Gamesa, que cedió un 3,74%. Abengoa, Técnicas Reunidas y Bankinter perdieron alrededor de un 3,5%. OHL y Endesa también perdieron más de un 3%.

Los otros bancos del Ibex, Popular y Sabadell, terminaron la jornada con un descenso del 2,84% y del 2,53%, respectivamente. Otros grandes valores también perdieron posiciones con fuerza: Iberdrola cayó un 2,72%; Repsol, un 2%; y Telefóncia, un 1,96%.

En verde únicamente terminó IAG, con una revalorización del 1,58%, en la que fue fundamental la fuerte caída del precio del crudo. Entre los mejores, aunque en rojo, tres valores que perdieron menos de un 1%: Inditex, BME y Criteria. Fuera del selectivo, Biosearch, Dermoestética y Solaria fueron los peores valores de la sesión, con pérdidas de más de un 6%. En el otro lado de la tabla, destacó Inypsa, con un repunte del 10,82%.

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