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La hierba que vino de África
El césped de bajo consumo es la alternativa ecológica en los jardines domésticos: ahorra un 30% de agua
MADRID Actualizado: GuardarNo es 'eco' todo lo que verde reluce. Y para comprobarlo solo hay que mirar por la venta y mirar el jardín. Efectivamente: ese manto de hierba que da a miles de chalés y bonitas urbanizaciones un aire de campiña inglesa que hace olvidar por un momento a sus inquilinos el tráfico que ruge afuera puede ser el causante de la emisión de miles de toneladas de CO2 a la atmósfera.
La cantidad de agua y de productos fitosanitarios que requiere el césped en un clima como el de la gran parte de España, especialmente en su costa, explican esta aparente contradicción. Pero se puede disfrutar de estos pequeños placeres y ser ecológico a la vez. La solución: el césped de bajo consumo. Una especie de planta que se conforma con poca agua para lucir espléndida.
Hace años que los fabricantes comenzaron aimportar a España desde África especies poco exigentes con la humedad, para ser utilizada en grandes extensiones. Ahora comienza a ser más utilizado por particulares, pero no es tan conocida como debiera.
Las especies comercializadas hoy son varias (paspalium, bermuda, zoysia, etc.), pero todas tienen en común su gran resistencia a la falta de agua. Para mantener un césped tipo, la mayoría pertenecientes a especies utilizadas en climas como el de Holanda o Inglaterra, es necesario una media de diez litros por metro cuadrados de agua de riego diarios durante el verano, época en la que el agua de lluvia no ayuda a su conservación.
Con estas especies se puede llegar a reducir hasta en un 30% la cantidad necesaria. Es más, para añadir propiedades ecológicas, son inmunes a las plagas y no requieren productos fitosanitarios. Y admiten agua de baja calidad: residuales, de depuradoras…
Y si se quiere sacar nota en el ahorro, se puede comprar medidores de la humedad que indican exactamente cuándo es necesario regar el césped. La sorpresa es que, dependiendo de las condiciones climáticas, pueden pasar hasta cuatro días.
Hay varias formas de adquirirlo. Por un lado, se puede optar por plantarlo, comprando las semillas. En grandes superficies de bricolaje se encuentran sacos de una mezcla de trébol enano y gramíneas que, según especifican sus características técnicas, hunden las raíces a mayor profundidad y conservan así más tiempo la humedad. Si no se quiere esperar a ver crecer el jardín, hay fabricantes que venden este tipo de césped en rollos, como si de una alfombra se tratase, listo para extender en el jardín.
El beneficio de saber elegir no solo repercute en la conservación de un bien tan escaso como el agua en muchas regiones españolas. También en las facturas del hogar a final de mes.