El BBVA reclama al Gobierno reformas mucho más profundas para frenar la prima de riesgo
Francisco González urge a abandonar los "paliativos" porque "no caben soluciones pequeñas a los grandes problemas"
SANTANDER Actualizado: Guardar"Debemos regresar a la zona de seguridad y alejarnos de Grecia". El presidente de BBVA, Francisco González, lo tiene claro, España debe poner pie en tierra y frenar como sea el avance de la prima de riesgo, que este lunes superó ya de forma momentánea los 260 puntos básicos y marcó un interés del 5,533%, su nivel más alto desde enero. Al cierre de esta crónica, no obstante, el diferencial entre el bono español y el alemán a diez años se había relajado y descendido ligeramente, hasta 253 puntos básicos. Para González, esa desconfianza de los mercados hacia la economía española "limita el crecimiento y bloquea la creación de empleo".
La receta del banquero es aparentemente sencilla: reformas valientes, rápidas y mucho más profundas que las realizadas hasta ahora, a las que calificó de "paliativos". "No caben soluciones pequeñas a grandes problemas", afirmó.
González explicó que cada cien puntos básicos que suma la prima de riesgo (el diferencial que paga España como interés en sus bonos a diez años respecto de Alemania) suponen un coste extra de 12.400 millones de euros anuales. Un dinero que -dijo- equivale al 1,2% del PIB nacional y que permitiría con creces las inversiones en infraestructuras de 8.400 millones previstas para 2011 y la creación de 160.000 empleos. El máximo responsable de BBVA, que participaba en un curso organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, hizo también un llamamiento a la responsabilidad de los políticos. De todos los políticos, a los que pidió que dejen de lado sus intereses particulares para centrarse en alejar los fantasmas que atenazan a la economía nacional.
El resurgir de la prima de riesgo y la decisión de Telefónica de suspender la salida a Bolsa de su filial Atento, cuando Bankia y otras cajas se preparan para intentar vender en el parqué sus respectivos 'bancos', han disparado todas las alarmas. Por eso González, que cree que hemos perdido "un tiempo precioso", urgió a "completar las reformas que considera pendientes: la laboral, la de las cajas de ahorro y la relativa a la disciplina fiscal. "Si no lo hacemos, otros tomarán las decisiones por nosotros (en alusión a Bruselas) y habremos hecho un daño tremendo a los españoles", afirmó.
Según el presidente de BBVA, la última reforma por decreto del Gobierno, la de la negociación colectiva, como la que hizo el año pasado también en materia laboral, "no crean empleo".
Algo en lo que discrepó el ministro de Fomento, José Blanco, quien compartía mesa con González. Para el banquero, el gesto del Consejo de Ministros del pasado viernes "no parece suficientemente ambicioso como para superar las deficiencias del actual sistema de negociación colectiva". "No podemos permitírnoslo", añadió, para destacar la necesidad de implantar "un contrato fijo flexible que permita a los empresarios contratar" y reducir la temporalidad. "Hay que dar mucha flexibilidad", sentenció.
Contabilidad B
González también se refirió a otro lastre para la recuperación de la confianza internacional en España, el debate sobre las cuentas de las comunidades y ayuntamientos, aireado tras las elecciones del pasado 22-M. Aquí fue tajante y señaló que "lo malo es que se discuta sobre este asunto", ante lo que reclamó "que se pongan cuanto antes los números encima de la mesa, con luz y taquígrafos". Blanco recordó que "España no es un país de chichinabo", y que las cuentas son vigiladas con rigor por la Intervención General del Estado. El ministro aseguró que "no hay contabilidad B en ninguna administración pública". Otra cosa, matizó, es que unas realicen una "mejor o peor gestión". Blanco, misterioso, insinuó que el Gobierno podría aprobar el próximo viernes un nuevo paquete de medidas para afianzar la credibilidad de la economía española.
Sobre las cajas de ahorros, González reiteró su mensaje de que sólo pueden sobrevivir las más fuertes y solventes. Y apuntó la necesidad de "identificar a las (cajas) débiles y subastarlas en condiciones de mercado, asegurando la entrada de gestión y capital privados solventes en procesos transparentes". Sobre la posibilidad de que la tormenta de los mercados impida a Bankia salir a Bolsa en el plazo previsto (julio), el presidente de BBVA quitó hierro al asunto y dijo que si eso llegara a suceder "no pasa nada". "España no va a cambiar por que no salga en julio, pues no depende tanto de cosas internas como de Europa".
González, que augura que la reestructuración del sector financiero español "va a durar mucho", indicó -sin dar demasiado detalle- que BBVA analiza la eventual compra de la CAM como estudia otras muchas operaciones. Y sobre la posible llegada de José María Castellano a la dirección de NovaCaixagalicia, González ironizó que la entidad necesita 2.500 millones y que si Castellano "tiene" ese dinero y capacidad de 'management', "estupendo".