Flash Mob que merece la pena. En este caso, organizado en Dinamarca. El objetivo es hacer sentir a unos jóvenes futbolistas de solo 14 años la sensación de estar disputando la final de la Champions League. Son chavales acostumbrados a jugar ante la presencia de sus padres y los padres de los jugadores rivales. Como mucho, algún aficionado curioso y aburrido asoma la cabeza de vez en cuando.
La sorpresa es mayúscula cuando, de repente, ven aparacer en el terreno de juego decenas de aficionados ataviados con todo tipo de parafernalia futbolera: banderas, bufandas, bandas de animación, etc. Y no sólo eso: tres árbitros de la UEFA, un internacional danés que hace el saque de honor y varias cámaras de televisión que retransmiten el partido y recogen las impresiones de los jugadores. The Football Feeling en el sentido más puro.
