NOVEDADES DIscográficas

La madurez de los Artic Monkeys

'Suck it and see' contiene sonidos menos rockeros que los que impregnaban el anterior trabajo de los de Sheffiel

MADRID Actualizado: Guardar
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Lejanos quedan ya los tiempos en los que MySpace se configuraba como la red destinada a revolucionar el mercado musical. Hace unos años, la industria contemplaba atónita cómo una serie de artistas se saltaban los intermediarios y llevaban sus creaciones directamente al oyente con la única ayuda de su talento y un grupo de seguidores cuya cuantía se incrementaba exponencialmente merced al mail a mail –sustituto en este siglo XXI del boca a boca empleado en épocas ya pretéritas-. Ya no era necesario llamar a las puertas físicas de las casas discográficas con la esperanza de que un ejecutivo escuchase la maqueta recién gestada. Bastaba con colgar un puñado de buenas canciones y aguardar a que la caja de resonancia de la red social más musical provocase su efecto. Así nacieron fenómenos como el de Lilly Allen o Kate Nash. También tuvo buena parte de culpa en la emergencia de otras estrellas como Russian Red. Y, cómo no, de los Arctic Monkeys.

El cuarteto de Sheffield apenas estaba dando sus primeros pasos cuando sus seguidores les hicieron, de manera totalmente espontánea, un favor que acabaría resultando decisivo para su futuro. Cogieron los temas grabados en un CD que les habían repartido Alex Turner y sus chicos y empezaron a compartirlos en Internet. Crearon un perfil de la banda en MySpace y colgaron sus canciones. La calidad de las mismas hizo el resto. Ni siquiera tenían discográfica y sus apariciones se contaban por rotundos triunfos. La prensa especializada no les quitaba ojo y los ya incondicionales de su música coreaban todas y cada una de sus letras. Algo que explica el hecho de que cuando por fin se decidieron a firmar con Domino Records y lanzaron su primer single, ‘I bet you look good on the dancefloor’, alcanzasen el puesto más alto en las listas de ventas británicas. Era el preludio de lo que estaba por venir. ‘Whatever people say I am, that’s what I’m not’ vendió más de 350.000 copias en su primera semana en las tiendas de Reino Unido. Un registro sin precedentes para el primer trabajo de un grupo. Con ‘Favourite worst nightmere’ (2007) y ‘Hambug’ (2009) demostraron que no eran flor de un día. Los Brit Awards o los NME Awards se rindieron a sus propuestas.

Ahora ha llegado el momento de ir un paso más allá y confirmar que están en plena madurez. Algo que hacen, de sobra, con ‘Suck it and see’, un álbum que llega el 6 de junio a las tiendas pero que, haciendo honor a su título, ya se puede escuchar íntegro desde hace una semana vía streaming en su web oficial. Para que prueben sus incondicionales y vean lo que son capaces de idear los británicos. Y es mucho.

Más melódicos

Grabado durante la segunda mitad de 2010 entre Londres y los Sound City Studios de Los Ángeles, ‘Suck it and see’ cuenta con la batuta de James Ford, con quien ya trabajaron en ‘Hambug’, como productor. También está presente Josh Homme, el líder de Queens of the Stone Age, si bien en menor medida que en el disco de 2009. Si en aquel su mano impregnaba buena parte de las canciones, con un sonido más psicodélico y lisérgico de lo que nos tenían acostumbrados, en ‘Suck it and see’ se limita a hacer los coros en alguno de los temas, los cuales, no obstante, están saturados de guitarras punzantes y agresivos golpes de batería.

Un total de doce temas integran la nueva propuesta de los Arctic Monkeys, mucho más volcada al pop y menos rockera que la que representaba ‘Hambug’ -más Beatles que Rolling Stones-, con espacio para canciones más melódicas, como se encargaba de reconocer hace unos meses Matt Helders, batería de la banda de Sheffield, quien citaba como influencias a la hora de componer a Nick Cave, David Bowie y Lou Reed. El primer single del álbum es ‘Don’t sit down ‘cause I’ve moved your chair’ y también es uno de los temas en los que las guitarras tienen un papel más preponderante, junto con ‘Library pictures’.Tampoco hay que perder de vista ‘Brick by brick’ o ‘The hellcat spangled shalalala’, esta última con un ritmo de lo más pegadizo.

Editado por Domino/PIAS Spain, ‘Suck it and see’ responde con creces a las expectativas levantadas. Unos Arctic Monkeys menos ásperos que los que firmaban ‘Hambug’ constatan que son una banda de largo recorrido y demuestran que no andaban equivocados aquellos que pronosticaban que el suyo sería uno de los grandes trabajos de la temporada. No es extraño que el Festival Internacional de Benicàssim, donde desembarcarán el sábado 16 de julio, les haya colocado como uno de sus cabezas de cartel junto a The Strokes, The Streets o Arcade Fire. El lleno parece asegurado.

La única pega, y no es atribuíble a ellos, la han puesto algunas tiendas de Estados Unidos, a las que no les ha gustado el título. Lo han interpretado en clave sexual y le han aplicado el rasero más conservador, por lo que ya han advertido de que venderán el disco con una etiqueta superpuesta. Una medida que, probablemente, no hará sino incrementar sus ventas. Al tiempo.