Huelga de sexo en Cannes

La lucha de un grupo de mujeres árabes por su liberación ha cerrado la competición del 64 Festival de Cannes. Con una calidad media-alta, el certamen francés ha combinado cine de autor, grandes presentaciones del nuevo cine de Hollywood y algún que otro escándalo. De momento ‘La piel que habito’ tiene ya el Premio de la Juventud, y aspira a más. Todo lo suficientemente medido y controlado. Por partes.

La película en torno a la liberación de un grupo de mujeres árabes se titula ‘La fuente de las mujeres’. Está dirigida por el rumano francés Radu Mihaileanu (el director de la taquillera ‘El concierto’) y la acción se sitúa en un indeterminado pueblo del interior de Marruecos en el que las mujeres desde tiempos inmemoriales han debido de ir a buscar el agua a un manantial próximo, bajo un sol abrasador. Con reminiscencias tanto de Lisístrata como de Sherezade, la película muestra como una joven esposa propone a las demás mujeres hacer una huelga de amor: no más abrazos, no más sexo hasta que los hombres lleven agua al pueblo. La película es una comedia que ha sido recibida con aplausos entusiastas y con algún abucheo. Su principal problema es que resulta demasiado larga. En la producción está el francés Luc Besson: Un rumano y un francés haciendo una película por la liberación de la mujer árabe: Evidentemente, algo no encaja.

De alguna manera, ‘La fuente de las mujeres’ se hace eco de las revoluciones en el mundo árabe: “Estas revoluciones son un gran paso adelante. Habiendo escrito la película con el mismo objetivo, apostamos por que serían las mujeres las que propiciarían el cambio. No solo en todo el mundo, sino sobre todo en el mundo árabe musulmán” dijo Mihaileanu tras la proyección, para quién “el personaje de la película, es el pueblo. Ha quedado magnífico, con sus colores ocres, esta tierra… Solo faltaba algo más de color. Escogimos coger cosas de las culturas de cada país árabe sin traicionar la unidad arabo-berebere marroquí. Así que incluimos esos azules, esos amarillos, esos naranjas. La luz tenía que favorecer todos esos colores: el ocre, las paredes, también las pieles”

Anteriormente se había proyectado ‘Érase una vez en Anatolia’, del turco Nuri Bilge Ceylan, conocido en España por títulos como ‘Lejano’ o ‘Los tres monos’. Habitual del Festival de Cannes, su película es, como toda su obra, un ejercicio de estilo, con largos planos y fijación por el detalle, en torno a una comitiva de tres automóviles que surcan en medio de la noche estepas desoladas. En ellos un grupo integrado por policías, un juez y un forense que se dirigen a un lugar donde se supone que yace el cuerpo de un hombre muerto. Interpretada por actores no profesionales, la película se detiene en los pequeños detalles de una autopsia. El resultado es una película alargada hasta el infinito, con imágenes fascinantes pero cuya narración se dispersa bastante. La acogida fue fría.

Las quinielas

Tras las últimas proyecciones han surgido las quinielas en torno al palmarés que se desvelará este domingo a partir de las siete y media de la tarde. Aquí no hay las filtraciones que se producen en otros festivales y los premios no se conocen hasta que sobre el Auditorio del Gran Teatro Lumière el presidente del jurado, en este caso Robert De Niro, vaya desgranando uno a uno todos los galardones, por lo que, en la espera, las quinielas adquieren todo su protagonismo.

Diferentes revistas efectúan puntuaciones de las películas proyectadas. En todas ellas la favorita es 'El árbol de la vida', de Terrece Malick, y aparecen también 'Le Havre', de Aki Kaurismaki (que este sábado recibió el Premio Fipresci de la Crítica Internacional); la polémica 'Melancholia', en este caso más por las declaraciones de su director, el danés Lars Von Trier (declarado persona non grata por el Festival tras haber dicho que entendía a Hitler); la película de los hermanos Dardenne 'El niño de la bicicleta'; 'This Must Be The Place', de Paolo Sorrentino (que este sábado recibió el Premio del Jurado Ecuménico); 'The Artist', la película muda y en blanco y negro de Michel Hazanavicius, y, por supuesto, 'La piel que habito', de Pedro Almodóvar, que está en todas las quinielas. De momento un jurado de siete jóvenes entre 20 y 25 años le ha otorgado el Premio de la Juventud. Aunque la película de Almodóvar no es favorita para la Palma de Oro (sí para los demás premios), si la obtuviese, sería la segunda vez que este máximo galardón es para una película española, justo 50 años después de 'Viridiana'.

En la categoría de premios interpretación suenan mucho Michel Piccoli, por su pape protagonista de 'Habemus Papam', y Sean Penn, que encarna a viejo roquero de 'This Must Be The Place'. Más discrepancias surgen en torno al galardón a la mejor actriz. En las quinielas figuran Tilda Swinton por 'We Need To Talk About Kevin", Cécile de France por 'El niño de la bicicleta' o incluso Elena Anaya por su espléndido trabajo en 'La piel que habito'. Robert De Niro tiene la última palabra.