fuerte presión internacional

Uganda aparca una ley que pide la pena de muerte para los gais «reincidentes»

La homosexualidad es ilegal en un total de 37 países africanos y muy pocos se atreven a expresar su condición en público

KAMPALA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Una propuesta de ley de Uganda que pide la pena de muerte a los homosexuales "infractores reincidentes" ha sido retirada de la agenda parlamentarias tras fuertes presiones de activistas extranjeros.

Varios diputados han admitido que, lo más probable, es que no se debata dicho asunto en la sesión de hoy, aunque técnicamente, han asegurado, es posible que la propuesta de ley pueda ser reintroducida en la agenda en un futuro. En principio, el viernes se abordará la propuesta de ley.

"Se han oído algunos rumores hoy, pero, cuando he llegado al Parlamento, no estaba en la agenda del día", ha afirmado un parlamentario bajo la condición de anonimato por temor a ser relacionado con la iniciativa.

Una iniciativa "odiosa"

A raíz de la presentación de este proyecto de ley en 2009, el movimiento gay ugandés ha adquirido notoriedad. "Estamos muy preocupados por la propuesta, es un oscuro capítulo para Uganda", ha apostillado Bishop Christopher Seneno, un activista pro homosexual, en un comunicado.

En alusión a la entrada de nuevos parlamentarios tras la ajustada victoria del actual presidente ugandés, Yoweri Museveni, en las últimas elecciones parlamentarias, Seneno ha subrayado que espera que esto ayude a "pensar de diferente manera respecto a este grupo de diputados que pretenden aprovecharse del miedo". "Esperemos que este proyecto de ley no siga adelante", ha concluido.

La homosexualidad es ilegal en un total de 37 países africanos, incluida Uganda. Activistas aseguran que muy pocos africanos se muestran abiertamente homosexuales por temor a ser encarcelados, a perder el trabajo o ser objeto de violencia.

El presidente estadounidense, Barack Obama, calificó de "odiosa" esta iniciativa y la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, expresó su fuerte preocupación por este asunto a Museveni.