Interior de la Bolsa de Madrid. / Archivo
MERCADOS | MADRID

Tragedia griega II

El Ibex-35 cae un 2,02% hasta los 10.396 puntos tras la rebaja efectuada por la agencia S&P a la deuda helena

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Lo que comenzaba el viernes en forma de rumor publicado por "Der Spiegel", se ha convertido en un verdadero tsunami para los mercados, que parece estar reeditando la II edición de la crisis griega: del rescate a la reestructuración de la deuda, lo que implicaría, bien retrasos en el cobro o bien, directamente, que los bonistas no recuperen toda la inversión. La reunión de los mandatarios europeos con la que se especulaba fue al final una realidad. Y aunque parece que, en principio, se ha descartado la exclusión de Grecia de la zona euro, es posible que el país necesite renegociar las condiciones del rescate proporcionado por Bruselas y el FMI hace un año. O, incluso, una ampliación de los fondos de ayuda para evitar la reestructuración.

La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's se ha apresurado a recoger el testigo de todas estas especulaciones y ha anunciado un recorte de la calificación de la deuda helena en dos escalones, desde BB- hasta B, advirtiendo, además, de la posibilidad de más recortes de "rating", en caso de que aumente el riesgo de impago. A día de hoy, S&P prevé que los inversores podrían llegar a perder hasta un 70% de lo invertido en deuda griega en caso de "default". Otro recorte de la calificación de la deuda provocaría que Grecia se convirtiera en el país con menor rating de Europa. Parece que la decisión de S&P no iba a ser la única de la tarde: en el mercado circulaban rumores sobre la posibilidad de que tanto Moody's como Fitch siguiera la estela de su trilliza.

Todas estas noticias han caído como una verdadera losa en los mercados. Sobre todo en el de divisas. El euro, que el viernes cayó de 1,4576 dólares hasta 1,4402, y que el lunes por la mañana se mantenía en el entorno de 1,44 unidades, con la rebaja del rating de Grecia, sufrió otro retroceso hasta 1,4312 unidades.

Repunte de la prima de riesgo

Con ello, las primas de riesgo de las deudas periféricas se dispararon. También la española. El interés del bono español a diez años subió del 5,24% en que cerraba el pasado viernes, hasta el 5,31%. Mientras tanto, el interés del bono alemán cayó con fuerza del 3,17% hasta el 3,09%: está claro que los inversores se refugian en la deuda europea más segura ante las turbulencias que puedan avecinarse. La combinación de ambas circunstancias: la rentabilidad de la deuda española, al alza, y la de la deuda alemana, a la baja, dio como resultado que la prima de riesgo de la deuda española subiera del 2,07% del viernes al 2,22% de hoy. Y mientras, el coste de asegurar la deuda española contra el impago subió ligeramente (18 puntos), hasta los 259,17 puntos, más de 100 puntos por debajo de los máximos de hace un año.

El interés de los bonos griegos a dos años se situaba en el 24%, cerca de los máximos marcados hace algunos días. En cambio, el coste de los seguros contra el impago (CDS), sí marcaban máximos históricos en los 1.459 puntos. Es posible, además, que después de Grecia, el mercado comience a fijarse también en Irlanda, candidata posible a verse obligada a reestructurar su deuda.Hoy, sus CDS's subieron 28,43 puntos, hasta los 681,67 puntos, niveles récord.

En Bolsa, el indicador que más sufrió fue el Ibex-35: retrocedió un 2,02%, para dar un último cambio en los 10.396,30 puntos, frente a la caída que registraron el Cac 40 francés o el Dax alemán, que apenas superó el punto porcentual. El Ftse 100 o el PSI-20 de Lisboa retrocedieron algo más de medio punto porcentual.

El Ibex comenzó la jornada dando un primer cambio en el entorno de los 10.550 puntos. A las once de la mañana había caído hasta los 10.416. Con la decisión de S&P sobre Grecia bajó hasta los 10.388 puntos. Marcaba mínimos de la sesión en los 10.368 puntos a las cinco menos cuarto de la tarde, para recuperar algún punto al cierre.

La intensa caída del selectivo español tuvo que ver con el enorme peso que en él tienen los bancos, que sufrieron un fuerte castigo: BBVA cedió un 3,01%, mientras que el Santander se dejó un 2,79%. Sabadell, Bankinter y el Popular cayeron entre un 2,6% y un 2,3%. Pero las entidades españolas no fueron las que más bajaron.

En el Eurostoxx 50, ING fue la que más sufrió, con un retroceso del 4,36%, mientras que Axa y Unicrédito perdieron más de un 3%, más que BBVA y Santander. BNP, Société Générale y Crédit Agricole, más de un 2%.

Castigo a las constructoras

Pero en España hubo otros valores que sufrieron más que los bancos, por su vulnerabilidad ante un escenario de incremento de los costes de financiación. Así, Sacyr Vallehermoso fue el valor que más cayó, con un recorte del 4,15%, hasta los 7,97 euros. A continuación, FCC, que sufrió un descenso del 3,89%. Entre los valores que más perdieron, también Telecinco, que sufrió un descenso del 3,69%, mientras que Inditex y BME pierden un 2,71% y un 2,65%, respectivamente. Iberdrola, Abertis, Endesa y Gas Natural también cedieron más de dos puntos porcentuales.

En el otro lado de la tabla, Acerinox, que fue el único valor que cerró la sesión al alza, con una revalorización del 0,37%. A ello pudo contribuir el hecho de que la de hoy fue una sesión de rebote para las materias primas. Pero hubo valores en el Ibex que no supieron sacarle partido al rebote de las materias primas. Por ejemplo, Repsol YPF, que se dejó un 1,64%. O Técnicas Reunidas, que perdió un 1,50%.

Fuera del Ibex, Urbas y Reyal Urbis se convirtieron en los peores valores, con descensos de un 7,69% y de un 5,14%, respectivamente. En el otro lado de la tabla, Nyesa y Vértice, que ganaron un 8,04% y un 4,35%, respectivamente.

El barril de Brent, de referencia en Europa, subió un 6,61%, hasta los 115,74 dólares; el barril de West Texas, de referencia en Europa, avanzó un 4,28%, hasta superar los 101 dólares. El cobre, un 1,30%, el oro, un 1,12%, y la plata rebotó un 6%, después de sufrir la mayor caída desde 1975.

Con la que está cayendo, la agenda macroeconómica de la jornada pasaba a un segundo plano. Aunque se conocieron datos tan interesantes como la balanza comercial alemana de marzo, que fue mucho más superavitaria de lo esperado, gracias a unas exportaciones disparadas, incluso con un euro muy fuerte. Mientras tanto, el indicador que mide la confianza del inversor en la zona euro bajó más de lo esperado.

En Estados Unidos, no había referencias de relevancia. Tras una apertura volátil, los índices de Wall Street se decidían por los avances, animados por la evolución del precio de las materias primas. Y, mientras, parece que la deuda pública americana continúa siendo un refugio para los inversores: el interés del bono americano a diez años bajó del 3,18% hasta el 3,14%.