La nueva Iberia pierde 100 millones por el tsunami de Japón y las revueltas árabes
IAG consigue beneficios de 33 millones de euros en el primer trimestre a pesar del impacto del petróleo
MADRID Actualizado: GuardarEl grupo IAG, fruto de adquisición de Iberia por British Airways –que controla el 56% del 'holding'- da por hecho que el terremoto y posterior tsunami en Japón y las revueltas que vive el mundo árabe tendrán un impacto de 100 millones de euros en sus cuentas del presente ejercicio. Un balance que ha comenzado con buen pie, tras revelar beneficios netos de 33 millones en el primer trimestre, que contrastan con lo que hubieran sido unas pérdidas de 243 millones si la alianza se hubiera realizado un año antes.
El gran desafío de IAG, así lo reconoce su consejero delegado, Willie Walsh, es el combustible, por el que la aerolínea ha pagado 1.128 millones entre enero y abril, lo que supone un incremento interanual del 30,9%. Las denominadas coberturas (compras anticipadas de queroseno a un precio determinado) han logrado mitigar en un 50% el sobrecoste, cifrado en 266 millones. Aún así, el grupo estima que en 2011 pagará 5.200 millones de euros para alimentar a sus aviones, unos 100 millones más que un año antes.
Ha sido precisamente ese lastre del combustible el que ha hecho que el trimestre se cierre con pérdidas operativas de 102 millones. En contraposición, la clave de los 'números negros' ha sido el intenso control del resto de costes y la mejora de los ingresos, que repuntaron un 14,9% en el ámbito del pasaje y un 15,4% en el de carga. IAG, explicó que las medidas de ahorro han sido especialmente intensas en los apartados de proveedores y gastos de personal.
Walsh se felicitó por la marcha de la alianza: "hemos sido capaces de aumentar nuestro volumen de oferta sin incorporar nueva flota o plantilla, aspecto que viene a demostrar el buen trabajo que se ha hecho durante los últimos años". IAG confía en obtener las sinergias de 400 millones en cinco años gracias a la fusión y asegura que mantiene suficiente flexibilidad para recortar su capacidad a partir del cuarto trimestre si fuera necesario.