Blanc divide al fútbol francés tras el caso de racismo

El fútbol francés está dividido ante la situación del seleccionador, Laurent Blanc, en medio de una tormenta después de que se revelaran unas declaraciones suyas consideradas racistas al señalar que había demasiados futbolistas negros en los centros de formación franceses.

A la espera de que el técnico comparezca ante las dos comisiones de investigación abiertas por el escándalo, se multiplican las opiniones sobre el asunto, que puede acabar con el abandono de Blanc del puesto. Según diversos medios, el seleccionador está muy afectado y se ha planteado dimitir. Aunque nadie ha pedido por el momento públicamente su dimisión, el técnico recoge críticas de algunos de sus compañeros con los que ganó el Mundial de 1998.

El más duro de entre ellos ha sido Lilian Thuram, muy comprometido en la lucha contra el racismo, y que en las páginas de "L'Équipe" consideró "inaceptable" que se ponga en marcha un sistema de cuotas en el fútbol francés para limitar la llegada de jóvenes con doble nacionalidad. Thuram aseguró que no pide la cabeza del seleccionador, pero sí que reconozca que sus palabras no van en la línea de su pensamiento. Según una grabación difundida por medios franceses, Blanc mantuvo manifestaciones consideradas como racistas en el transcurso de una reunión técnica con otros miembros de la Federación. "Actualmente, los (jugadores) grandes y potentes son los negros. Es así. Es un hecho. Dios sabe que en los centros de formación, en las escuelas de fútbol, hay muchos (negros). Creo que hay que buscar otros criterios, modificados con nuestra propia cultura", aseguró Blanc durante esa reunión.

El entorno del entrenador ha matizado que se refería a criterios puramente técnicos y no de raza, pero sus palabras le han valido muchas críticas. Patrick Vieira calificó de "escandalosas" las palabras del seleccionador, del que dijo que no le considera racista, al tiempo que pidió que rueden cabezas. "Yo no soy quien para decir si tiene que dimitir, pero no veo como pueden permanecer en sus puestos los dirigentes que estaban en esa reunión. Si se mantienen, estamos abriendo la puerta a todas las discriminaciones", afirmó. Otros jugadores negros se mostraron más clementes con el seleccionador, como Alou Diarra, internacional en activo y que estuvo a sus órdenes en el Girondins de Burdeos, quien señaló que "en absoluto es racista".

«Un contexto electoral»

Marcel Desailly, compañero suyo en la selección campeona del mundo en 1998, se escudó entre un pacto verbal entre los componentes de aquel equipo para no criticar a Blanc y afirmó que "sus palabras fueron sacadas de contexto". Entre los jugadores blancos, todos los que han hablado están detrás del seleccionador. El más combativo Christian Dugarry, que no sólo ha salido en defensa del técnico si no que ha criticado a los jugadores de la selección del 98 que le criticaron, en particular a Thuram, de quien dijo que está "cegado por su combate" contra el racismo.

Para el ex jugador del Barcelona el asunto ha sido aireado en un contexto electoral, cuando la presidencia de la Federación se renueva el mes próximo. Bixente Lizarazu también defendió al seleccionador, aunque reconoció que utilizó palabras inadecuadas para expresar una idea perfectamente correcta, la de integrar más jugadores técnicos en el equipo. El entrenador del Olympique de Marsella, Didier Deschamps, también pidió clemencia para su compañero. El director técnico nacional, François Blanquart, suspendido desde que se aireó el caso, fue quien habló de cuotas.

Hoy defendió a Blanc y aseguró que quizá el seleccionador no escuchó ese argumento en una conversación de tres horas en la que sólo fue citado una vez. Un argumento que parece convencer a la ministra de Deportes , Chantal Jouanno, quien señaló que si Blanc fuera racista nunca hubiera alineado a jugadores como Sami Nasri o Karim Benzema, ambos de origen magrebí. Las comisiones que investigan el caso harán públicas sus conclusiones el próximo lunes.