El Panathinaikos da el primer paso sin forzar
El equipo de Obradovic, un espectáculo en el banquillo, vuelve a la final dos años después tras someter al Montepaschi sin necesidad de firmar un gran partido
BARCELONA Actualizado: GuardarEl Panathinaikos dio el primer paso hacia la que sería su sexta Copa de Europa sin forzar. El equipo dirigido por Obradovic sometió al Montepaschi Siena sin necesidad de firmar un buen partido para repetir una final de la Euroliga tan solo dos años después. Este Panathinaikos es muy superior al Siena, que no aguantó los arreones del conjunto griego, al que le bastó su defensa en zona e imponer intensidad en un par de momentos tras el descanso para acabar con su rival. El ‘Pao’ estuvo bastante discreto y el Siena, nefasto. Suficiente para confirmar los pronósticos y para que Obradovic y los suyos mantengan su condición de máximos candidatos.
Será ya la tercera presencia del Panathinaikos en el partido decisivo por el título en los últimos cinco años, con la oportunidad de acercarse a dos coronas del Real Madrid, y para Obradovic, de igualar él solo en el palmarés al rey de Europa. El Siena vuelve a despedirse a las primeras de cambio, porque este Panathinaikos tiene demasiada experiencia y recursos y Zeljko es un maestro.
Es un espectáculo el técnico serbio en el banquillo, ver cómo no deja de presionar a los árbitros, cómo se queja y grita a sus jugadores, a los que están en pista, pero también a los reservas, cuando no está satisfecho con el rendimiento. Obradovic y la incansable afición helena pusieron la chispa a un mal encuentro en el que el Panathinaikos pudo cuando quiso y se relajó también cuando le apeteció. Hasta que dijo basta, aunque el Siena quiso ser un digno perdedor y evitó una derrota honrosa pese a no tener ninguna opción en el último cuarto.
Obradovic estuvo todo el partido de los nervios, y eso que el duelo fue relativamente cómodo para el Panathinaikos, que liderado por el vertiginoso y atrevido Nick Calathes (24 de valoración) sentenció a un Siena que quedó sepultado a falta de tres minutos para el final del tercer cuarto. Con un parcial de 9-2 el choque se acabó en el minuto 27 (49-38), porque entre Calathes, Fotsis y Batiste hicieron un destrozo de consideración. El Siena se estrelló por fuera (5 triples de 20) y también por dentro, y acusó las personales de su juego interior. Porque con Lavrinovic y Rakovic casi fuera de combate con cuatro faltas todo fue mucho más fácil para los griegos.
Defensa imposible
La diferencia llegó a ser de 12 puntos para el ‘Pao’ (52-40), cuando el Siena solo metió en este cuarto una canasta en ocho minutos. Consiguieron los italianos reducir la diferencia a seis ¡a buenas horas con los triples!, pero con 61-55 y con Lavrinovic ya eliminado, el Panathinaikos impuso su ritmo. La defensa zonal y presionante que dispuso Obradovic durante gran parte del partido fue imposible para el Montepaschi. Ni siquiera precisó el Panathinaikos al mejor Diamantidis, porque aunque el base griego acabó con nueve asistencias y 22 de valoración solo logró un punto en los tres primeros cuartos.
Tampoco estuvo fino el vencedor desde el exterior (6 triples de 18) y, al menos hasta el descanso, fue superado por el poder reboteador de su rival, liderado en esta faceta por Stonerook (14 capturas en total). Pero no sirvió para nada ante un enemigo tan poderoso, sobre todo mentalmente, porque siempre fue por debajo hasta que a los 17 minutos y medio dijo basta. Entonces puso la directa hasta el triunfo, y el Sieno solo pudo oponer orgullo.