Nadal supera la resistencia de Ferrer
El valenciano poco pudo hacer ante un intratable número 1 del mundo, quien consiguió su sexto título en Barcelona por 6-2 y 6-4
Actualizado: GuardarLa sed de triunfos del, probablemente, mejor deportista español de todos los tiempos es insaciable. Si hace unos días cosechaba su séptimo trofeo de Montecarlo, este domingo le tocó el turno al Godó. Nadal, demoledor desde el fondo de pista, especialmente con su derecha que ha recobrado su mejor forma, logró su sexto título en la ciudad condal. Una conquista especial. En su club, el RCT Barcelona, rodeado de su gente, del público español que le venera y le sube a los altares cada vez que aparece por España. Menos ajustado que en la capital monegasca, el balear superó a Ferrer por 6-2 y 6-4 en una hora y 49 minutos. El alicantino, que volvió a demostrar una vez más su buen momento de forma, poco pudo hacer ante el coloso del S.XXI sobre tierra batida.
No comenzó bien el cabeza de serie número uno. Andaba Ferrer rompiendo la bola desde el fondo de la pista cuando el de Manacor decidió inclinar hacia su lado el primer set. El huracán mallorquín aterrizó en la central del RCT Barcelona y arrasó al alicantino en estos primeros compases del choque. Cuatro juegos seguidos, la mejora notable de su juego y el retorno de la confianza en su demoledora derecha fueron demasiado para el alicantino, que se desinfló. El Ferrer metido en la pista, dominando con su derecha y muy agresivo del inicio del duelo reculó y concedió la iniciativa al número uno del mundo.
Un ‘break’ del de Jávea en el sexto juego devolvió brevemente la emoción al set. Cuando el alicantino buscaba afianzarse en el set y recortar distancias en el marcador, el cinco veces campeón de Roland Garros le devolvió la rotura de servicio y conservó el suyo. La diferencia con el pasado domingo fue que Nadal encontró la fuga de agua de Ferrer, gracias a su destructora derecha. Esa desigualdad que protagonizó el primer parcial no desapareció en el inicio del segundo. El equilibrio que caracterizó la final de Montecarlo se transformó en un vendaval del mejor jugador sobre tierra batida de los últimos tiempos. Un parcial de 8 juegos a uno desniveló la balanza.
Ferrer, entretanto, seguía buscando la inspiración, la solidez, los intercambios interminables de domingo pasado. La menor duración de los puntos beneficiaba a Nadal, muy inspirado con su derecha en los cambios de dirección y de ritmo. Una rotura de servicio en blanco daba al de Jávea lo que necesitaba: confianza. El revés del balear comenzó a acoger con inseguridad los tiros del alicantino. Ferrer buscaba dinamitar el golpe menos devastador de Rafa. El manacorense navegaba entre las dudas provocadas por la remontada del cabeza de serie número cuatro. Del 2-0 se pasó al 2-4. De la seguridad y el control del número uno del mundo se llegó al dominio de Ferrer.
La hazaña de romper dos veces consecutivas el servicio de Nadal y lograr cuatro juegos seguidos se quedó ahí. La fortaleza mental que tantos éxitos le ha dado propulsó su renacer en el set. El pundonor y la garra del número seis del mundo eran insuficientes para sujetar al rey de la tierra batida. Ambos gladiadores. Ambos luchadores de la arcilla. Sin embargo, un solo rey sobre la tierra batida: Rafael Nadal, quien no ha perdido en el mes de abril durante los últimos seis años y suma 67 victorias consecutivas en la arcilla de esta fase de la temporada. El de Manacor disparó sin descanso. El número dos español se defendió sin apenas fisuras. Un maratoniano octavo juego que cayó del lado del manacorense daba la bienvenida a un ‘break’ y un servicio posterior logrado por el cabeza de serie número uno. El bicampeón de Wimbledon cerró el partido con menos sufrimiento que la semana pasada, pero con algo que, por mucho que pasen los torneos y por más que gane y gane partidos, no cesa: su inagotable hambre de victoria. La que le ha llevado a lo más alto.
Con su sexto Trofeo Conde de Godó y ya superado el medio millar de triunfos en su carrera (501), Nadal se convierte en el primer jugador de la era 'Open' que suma más de media docena de títulos en dos torneos diferentes -en Montecarlo ha levantado siete-. Además, ahora tiene un balance de 31 victorias y dos derrotas en finales en tierra batida, una marca solo superada por el argentino Guillermo Vilas (45) y el austríaco Thomas Muster (40).