El amigo español de Charles
Junto a la Familia Real y el embajador, Manuel Colonques, dueño de Porcelanosa, completa la representación española en la boda de Kate y Guillermo
Actualizado: Guardar"Padezco mucho con la popularidad. Yo estoy a lo mío, en mi trabajo". A Manolo le da pavor la fama. Esquiva los micrófonos y los flashes. Cruza los brazos con timidez cuando le toca hablar en público o ante los medios de comunicación. Se le nota incómodo, agarrotado. Lo suyo no es el papel cuché. Manolo es más de andar por casa. O de su 'segunda casa'. Donde él se mueve como pez en el agua es en su fábrica, en su despacho. Raro es si llega más tarde de las siete de la mañana y se va antes de las nueve. De lunes a domingo. Allí hay pocos trabajadores de los que ignore su nombre. Lo suyo es meditar entre el zureo del medio centenar largo de palomos de competición que él mismo adiestra. Lo suyo es perderse entre sus fincas de naranjos, esos que cuida con mimo para luego agasajar con el fruto a sus muchos y mundiales amigos: lo mismo da que sean actores de Hollywood o miembros de la realeza. De regalo, naranjas. Eso sí, de su firma ha salido también el alicatado de los aseos de muchos palacios reales. O el de los 14 cuartos de baño de la casa de Isabel Preysler. Aunque el día perfecto de Manolo es mucho menos pomposo: domingo de comida familiar, siesta para recuperar las muchas horas de sueño invertidas en su negocio y partido de fútbol en El Madrigal, el hogar de su Villarreal.
Pero durante casi 20 horas al día Manolo tiene que ser don Manuel Colonques Moreno (Villarreal, 1942), presidente del mayor emporio cerámico del mundo, patrón de 7.000 empleados, responsable de 400 tiendas en 100 países (la última, en la fastuosa Abu Dhabi) y líder de una empresa española capaz de facturar más de 1.000 millones de euros en un año, aunque la crisis redujera la cifra el año pasado a 'solo' 730. Manolo es el mismo que aquel adolescente que a los 18 años ya se tostaba recogiendo naranjas en la huerta familiar. Don Manuel es el presidente de Porcelanosa y amigo de un abultado 'book' de rostros universalmente conocidos: Isabel Preysler (la imagen de la marca), Gina Lollobrigida, Catherine Deneuve, Kevin Costner, Elton John, Orlando Bloom, Jeremy Irons, Claudia Schiffer, George Clooney, Elle McPherson... "Prácticamente todas las relaciones profesionales de don Manuel con celebridades acaban convertidas en amistades personales", asegura un miembro de su equipo.
El encanto del tímido conquistador de famosos le ha abierto las puertas del mismísimo Palacio de Buckhingham. Manuel Colonques y su esposa, Delfina Sanz, (parece que también Pedro Pesudo, directivo de Porcelanosa experto en Reino Unido) son los únicos españoles 'civiles' que el 29 de abril asistirán a la boda del príncipe Guillermo y Kate Middleton. La Familia Real española y el embajador en Inglaterra completan el elenco patrio. La razón para tan distinguida cita está en la íntima relación que mantiene el príncipe Carlos de Inglaterra con Manuel. Ni Manolo ni don Manuel. Campechanía en su justa medida. Manuel, el amigo español de Charles.
La fuente de la Alhambra
"Les une una gran amistad desde 1997, cuando Porcelanosa comenzó a colaborar con entidades benéficas ligadas al Príncipe de Gales. Pero cuando está con él o con cualquier famoso, Manuel habla muy poco. Para él supone un gran esfuerzo moverse en esas situaciones. A Carlos de Inglaterra se lo ha ganado con su humildad y modestia". El periodista y cronista de la realeza Jaime Peñafiel conoció al rey de la porcelana en los 80. Y desde entonces mantienen una amistad de citas puntuales y felicitaciones navideñas. "No es fácil quedar con él. Trabaja 20 horas al día. Su negocio es su hobby. Es un empresario muy atípico. No es el clásico hombre de negocios que está todo el día jugando al golf", subraya.
Manuel lo aprendió de bien joven. Apenas terminó sus estudios de Empresariales se puso a ganarse el pan. A los 18 años recolectaba en las tierras de su padre, dueño de un almacén hortofrutícola que exportaba masivamente a Inglaterra. El destino de Manuel se iba escribiendo. Codo a codo, entre cajones de cítricos, estaba su hermano gemelo, Héctor, hoy consejero delegado de la azulejera. Manuel y Héctor ya compartían aficiones. Hoy es su segundo equipo, pero por aquel entonces su pasión era el Athletic de Bilbao. El adolescente Manuel idolatraba al mítico portero Carmelo Cedrún, antecesor de otra leyenda como Iríbar. La relación con los Cedrún aún perdura en forma de amistad. Hasta que el 'Submarino Amarillo' enroló a los dos hermanos. Ambos llegaron a jugar con el Villarreal cuando lidiaba en la Tercera División en los años 60. Y ya nunca soltaron esos colores.
Los hermanos Colonques volaron del nido a los 26 años. Fundaron su propio almacén. Pero el cambio de las naranjas por los azulejos llegó en 1973. Nacía Porcelanosa. Con 50 millones de pesetas, 98 empleados y una nave de 25.000 metros cuadrados. Hoy supera los 600.000 metros cuadrados de superficie. El primer patrón del gigante de la cerámica fue José Soriano, amigo de toda la vida de los Colonques. "Eran sus hermanos pequeños", matiza Peñafiel. Murió en 2000 en un accidente de tráfico. Pero antes inculcó a Manuel y a su hermano la humildad en el trabajo, el no poner los cargos por encima de las personas. "En la mayoría de tarjetas profesionales de los directivos de Porcelanosa no aparece su puesto dentro de la empresa. A nosotros, los cargos ni nos seducen, ni nos dan dolores de cabeza", afirmó Manuel Colonques en una ocasión.
Esta mesura solo se rompe en la fiestas con el sello de Porcelanosa, auténticos monumentos a la fastuosidad. En 2001, Carlos de Inglaterra no dudó en coger un jet privado desde Grecia hasta Villarreal para asistir a una de ellas. Con 500 invitados. La mesa del banquete valía 20 millones de pesetas de la época y medía lo que un campo y medio de fútbol. El Príncipe de Gales quedó prendado de la cerámica castellonense. Tanto que encargó a su amigo Manuel un mosaico árabe para participar en un festival de jardines en Chelsea. 80.000 piezas engarzadas imitando una alfombra persa, con una réplica en mármol de Macael de la fuente de la Alhambra de Granada de 1,5 toneladas en el centro. La creación aún preside hoy la entrada a la sala de audiencias del palacio británico de Highgrove.
Solo don Manuel fue capaz de reunir por primera vez cara a cara a suegra y 'nuera', Isabel Preysler y Anna Kournikova, en otra pomposa gala. O que Carlos Baute diera a conocer el rostro de su novia, Astrid Klisans, en plena boda de su hijo, en Villarreal.
Ese es el mundo de don Manuel. El lado íntimo de Manolo es otro. Más cercano al espíritu de la familia de su mentor, José Soriano. Cuentan que el abuelo de don José, cuando regresaba a Castellón de las reuniones de negocios en Madrid, pedía a su esposa que lo esperara en la estación con un jersey viejo. Le avergonzaba que los paisanos de Villarreal le vieran con traje. "Yo soy uno más del pueblo", decía el patriarca. Como Manolo. Como Don Manuel.