gira por asia

Zapatero habla al fin de derechos fundamentales en China

El presidente del Gobierno anima a Asia a acompañar el desarrollo económico con avances en libertades

SANYA Actualizado: Guardar
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Le ha llevado cuatro días de gira por Asia hacer una referencia a derechos y libertades, pero José Luis Rodríguez Zapatero ha roto por fin el 'tabú' durante su intervención en el Foro Económico de Boao, una localidad de la isla china de Hainan, equivalente al Davos suizo. El presidente del Gobierno ha aprovechado el cierre de su intervención para hacer una recomendación, no ya a los que han sido sus anfitriones estos días, sino a todo el continente asiático para que se acompañe el crecimiento económico de avances en libertades.

La frase del jefe del Ejecutivo ha sido, en realidad, algo más alambicada. "A este continente que hoy lidera el destino económico del mundo, desde Europa le deseamos que ese desarrollo siga en el camino de la inclusión y que se extienda por donde los seres humanos desean transitar: el camino de la cooperación, el diálogo, la paz, las libertades y los derechos fundamentales". Esta ha sido la última línea de un discurso en el que ha asegurado que, desde Europa, se mira con atención lo que está ocurriendo en Asia, donde se ha logrado que 200 millones de personas salgan de la pobreza extrema.

Zapatero, que se ha pronunciado su discurso delante de los líderes de varios países emergentes, entre ellos, China, Rusia, Brasil, India y Sudáfrica, también ha hecho referencia en un momento de su intervención a Europa a la que ha puesto como ejemplo de las bondades que trae consigo el paso de la confrontación a la cooperación y de la guerra a la paz; un cambio por el que decidió apostar el siglo pasado. "Lo hicimos a través de la senda de la libertad y la colaboración y nos sentimos orgullosos de poder explicarlo y proclamarlo", ha subrayado.

China, "libre mercado"

El grueso de su discurso, sin embargo, ha ido por otros derroteros. Ha hablado de los retos de la globlalización y de las posibilidades de una buena relación entre Europa y Asia, "el socio comercial -ha dicho- más importante". E incluso ha afirmado que "China tiene que tener cuanto antes el reconocimiento como economía de libre mercado".

Durante su periplo por el gigante asiático y Singapur, dos dictaduras de diverso signo a las que ha acudido a reclamar apoyo financiero, Zapatero había eludido la cuesión de los derechos humanos. Él mismo argumentó el miércoles que su agenda en Asia tenía un "marcado caracter económico" y que, por lo tanto, en ese parámetro se habían desarrollado sus reuniones con los mandatarios que lo han recibido.

El argumento oficial del Gobierno es, además, que lo más eficaz es que Europa hable con una sola voz y que debe ser la Alta Representante para la Política Exterior, Catherine Ashton, la que se ocupe de esos asuntos. Así se justificó que Zapatero no hiciera la más mínima mención en su encuentro del martes con el primer ministro y el viceprimer ministro chinos, Wen Jiabao y Li Kequiang, a la reciente detención del artista y disidente Ai Wewei, que se suma a una larga lista de encarcelamientos por discrepancia política.

Tampoco en Singapur dijo nada. Pero sí tuvo que oír de boca de uno de los españoles que allí viven que la violación de los derechos humanos en la gran plaza financiera es escandalosa. Por último, eludió la cuestión en su entrevista de ayer con el presidente de la República Popular China, Hu Jintao. Hoy ha puesto una pica en Flandes.