El Madrid promete «competir» en San Mamés

Aunque la Liga esté perdida, el Real Madrid no puede todavía rendirse y promete "competir" este sábado en San Mamés (18.00 h.).

Será el último partido del campeonato antes de recibir una semana después al Barça en un derbi que ha perdido importancia pero marcará psicológicamente a blancos y azulgrana en vísperas de los otros tres clásicos trascendentales que se avecinan. Con la eliminatoria de cuartos de 'Champions' sentenciada ante el Tottenham y el título liguero convertido ya en una utopía, las obsesiones son la final de Copa del día 20 y las semifinales europeas contra el Barcelona, pero el Madrid tiene que vender ilusión, aparte de que es muy diferente medirse a los azulgrana con ocho puntos menos que hacerlo con 11 de desventaja, que serían 12 reales.

Es necesario mantener viva la chispa de la Liga, y por ello se garantiza que este equipo no renunciará a la pelea contra el Athletic, aunque sí se reconoce que "habrá que ver cómo están Cristiano y Marcelo y gestionar el equipo", en palabras de Aitor Karanka, el ayudante de José Mourinho a quien el portugués cedió el relevo para que diese la cara ante la prensa. No es novedad, porque ya son nueve las veces que 'Mou' no comparece ante los medios y debe hacerlo el segundo entrenador, con la excusa de que Karanka es quien mejor conoce al Athletic y que "el martes también hay otra rueda de prensa en Londres". Con las ausencias seguras del aún lesionado Benzema y de Khedira -con gripe-, aparte de Pedro León y Gago, Karanka da a entender que Cristiano podría descansar, pero la gran duda reside en si estará o no desde el principio el futbolista que quiere jugarlo todo, que ansía el 'Pichichi', y que no tiene miedo a terreno tan hostil y a un enemigo tan físico y aguerrido como el Athletic.

Con el 4-0 al Tottenham las perspectivas han cambiado y sería un riesgo innecesario alinear a Cristiano en San Mamés, pero con 'CR7', que siempre insiste a Mourinho que está disponible, no se puede aventurar un pronóstico. Ahora es en Londres donde el Madrid se puede permitir el miércoles reservar a los mejores y presentarse en 'La Catedral' con un once de garantías, porque Karanka insiste en que "son tres puntos importantísimos, y hasta que matemáticamente la Liga no esté perdida este equipo va a ir hasta el final". Al menos, el técnico vasco sí discrepó con Mourinho cuando se le recordó que el portugués afirmó que si el Madrid pierde todos los partidos contra el Barcelona "no pasaría nada".

"Nadie en el Madrid va a decir que está contento si se pierde con el Barça, pero eso es mejor analizarlo después, porque lo que toca ahora es el partido contra el Athletic".

A vueltas con las tarjetas

"San Mamés no es que sea un campo duro, sino bastante duro, y este encuentro es de los que se marcan en el calendario, uno de los clásicos de la Liga", apuntó Karanka, a quien se le preguntó su opinión sobre las palabras de Joaquín Caparrós, convencido de que los blancos irán "con todo" a Bilbao. "No hay más que ver la importancia que se le da al partido contra el Athletic con los 20 convocados", respondió el vasco. La verdad es que con cuatro bajas obligadas y con dos que deben ser descartados no había más jugadores a los que recurrir para pelear contra un Athletic que la pasada temporada ya ganó a los blancos con un gol de Llorente y ahora tiene la duda de Muniain, aunque es de esperar que el joven delantero navarro no se lo pierda.

Sí sorprendió Karanka cuando se le preguntó si Di María descansará en San Mamés dado que tiene cuatro amarillas y se arriesga a perderse el derbi contra el Barça. "Di María no forzó una tarjeta ante el Sporting. Sabíamos que tenía solo tres amarillas, no cuatro. Sin buscar tarjetas, aquí se ha sancionado a jugadores y al entrenador", se quejó el ayudante de 'Mou', a pesar de las instrucciones que dio el portugués a Dudek y Casillas para que Sergio Ramos y Xabi Alonso fuesen sancionados en Ámsterdam frente al Ajax. Por supuesto, de la 'manita' de los futbolistas azulgrana en los autobuses de Barcelona Karanka no quiso colaborar en la polémica: "No hace falta ni entrar a valorar".