Portugal y la banca no lo ponen fácil
El Ibex ha roto seis sesiones consecutivas de repuntes, arrastrado por el descenso de los bancos
MADRID Actualizado: GuardarStandard & Poor's volvía a hacer de las suyas y rebajaba el rating de Portugal hasta BBB, por lo que la principal cámara de compensación de Europa, LCH, informó de que ya no admite deuda portuguesa como contrapartida para realizar operaciones de financiación. Les afecta, sobre todo, a los bancos, que son los principales tenedores de deuda pública. De hecho, una de las principales razones por las que la compran es para eso: para cambiarla por liquidez. Como ahora la lusa ya no les servirá para realizar ese tipo de operaciones, la venderán o, lo que es peor, ya no acudirán, o lo harán en menor medida, a las emisiones del Tesoro portugués. Así pues, en el mercado secundario, los bonos portugueses seguían sufriendo: el interés del bono a diez años se acercaba al 7,8%, con lo que la prima de riesgo superaba el 4,5%.
La situación, de nuevo, era peor para la deuda a más corto plazo: el interés de los bonos a cinco años alcanzaba el 8,5%, con lo que el diferencial con sus comparables alemanes se situaba en el 5,90%. Mientras tanto, el interés de los bonos a dos años superaba el 7%, con lo que el diferencial se disparaba hasta el 5,33%. Pese a todo, el ex primer ministro luso, José Sócrates, aseguraba que Portugal no necesitaba un rescate y que podrá financiarse en los mercados. Además, como siempre que algún país está contra las cuerdas, Europa se convierte en un campo de batalla: ayer Sócrates amenazó con que, si Portugal cae, otros países podrían tener problemas.
Pero la deuda española se mantenía al margen. No ha aparecido ni como artista invitada del enésimo capítulo de la crisis de la deuda soberana. "De momento", dice Juan Ignacio Crespo, de Thomson Reuters. Hay analistas que siguen diciendo que el Gobierno no tiene que confiarse, tiene que seguir lanzando los mensajes adecuados.
Quizá por ello, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha anunciado en Bruselas sus nuevos planes para mejorar la competitividad de la economía española y para limitar su endeudamiento en función de cuánto crezca el PIB. Que el mayor fondo de renta fija del mundo, Pimco, recomiende invertir en deuda española no es baladí. Posiblemente por ello el interés del bono español a diez años no se movió del 5,17% y, gracias al ligero repunte de la rentabilidad del bono alemán, la prima de riesgo de la deuda española bajó hasta el 1,89%.
En el mercado de divisas, el euro sí cotizó a la baja. Al cierre, el tipo de cambio caía por debajo de 1,41 unidades, nivel sobre el que se había mantenido durante toda la semana. Incluso llegó a superar 1,42 dólares por euro.
Los mecanismos de rescate
Posiblemente influyera que, al final, el consejo europeo no concluyó con un acuerdo firme sobre el mecanismo de rescate vigente en la actualidad, mientras que para el plan que entrará en vigor en 2013, se ha acordado una aportación de capital inferior a la pactada en la reunión del pasado 21 de marzo. Pero lo que sin duda tuvo un impacto importante fueron los datos publicados en Estados Unidos, sobre todo el del PIB. La primera economía del mundo creció un 3,1% en tasa trimestral anualizada, una décima más de lo esperado por los analistas y tres décimas más de lo anticipado en la revisión anterior. Este crecimiento tan importante se debió a la potencia con la que se comportó el consumo, algo que será difícil de repetir en el corto plazo, debido a la subida del precio de la energía. Este hecho, junto al terremoto en Japón, han podido debilitar el resultado del informe de confianza que elabora la Universidad de Michigan entre los consumidores: cayó de los 68,2 hasta los 67,5 puntos, el nivel más bajo desde noviembre de 2009, cuando se esperaba que se mantuviera en los 68.
Con todo, los indicadores estadounidenses comenzaban la sesión en positivo y no sufrían ningún traspié como consecuencia de la caída de la confianza de los consumidores. Contaban con un apoyo en los resultados que Oracle presentó al cierre de la sesión del jueves y que fueron mejores de lo esperado por los analistas.
En el Viejo Continente, los mercados cerraron con tono mixto. El Ibex-35 fue el peor, con un descenso del 0,42%, para dar un último cambio en los 10.710,40 puntos. El selectivo español se encuentra en niveles técnicos delicados. Y no ayuda la presión que se cierne sobre la banca, afectada tanto por la rebaja de "rating" acometida por Moody's como por la exposición a la deuda lusa. Entre todos los bancos, el que más cayó fue BBVA, que retrocedió un 1,24%, mientras que el Santander se dejó un 0,93% y Bankinter, un 0,18%. El Popular y Bankinter perdieron un 0,50% y un 0,18%,. respectivamente. Pero el Sabadell logró cerrar en verde, con una revalorización del 0,44%. Sí que se notó que dentro del Eurostoxx 50 el sector financiero español sufría más presión que el resto.
Pero los bancos no fueron los valores del Ibex que más cayeron: más que ellos sufrió, por ejemplo, Amadeus, que retrocedió un 2,70%. A continuación se situó Inditex, valor en el que los inversores decidieron recoger beneficios, después de las fuertes subidas registradas al calor de la presentación de sus buenos resultados y de la noticia de que elevará el dividendo. Al cierre, los títulos de la compañía textil retrocedía un 1,65%. Los descensos también fueron importantes en el caso del sector de la construcción, con OHL, Sacyr, FCC y Ferrovial retrocediendo alrededor de un 1,3%. Lo mismo le sucedió a Gas Natural. En cambio, ACS cerraba la jornada con un repunte del 0,94%.
En el otro lado de la tabla, Indra, Abertis y Repsol, con revalorizaciones de más de un 1%. Entre los grandes valores, también Telefónica se unió a los valores alcistas, con un repunte del 0,17%.
Junto al Ibex, también el PSI-20 de Lisboa y el Ftse Mib de Milán terminaron la sesión con descensos: retrocedieron un 0,18% cada uno. Mientras tanto, el mejor índice de la sesión fue el Ftse 100 británico, que ganó un 0,34%, mientras que el Dax alemán se apuntó un 0,18%.
Además de las referencias procedentes de Portugal y el consejo europeo, había más noticias a las que atender. Por ejemplo, a la publicación de la M3, un indicador que mide la liquidez circulante en Europa y que creció más de lo esperado por los analistas. Ésta es una referencia importante porque el Banco Central Europeo la sigue muy de cerca en sus decisiones de política monetaria. Según José Luis Martínez Campuzano, de Citi, "estos datos no sustentan una subida de los tipos de interés en abril, pero tampoco la impiden". Dentro de dos semanas tendremos la respuesta a una de las preguntas que más inquietud ocasionan entre los inversores: si el BCE subirá los tipos, o no. Pero, al margen de los que sucedía en los índices nacionales, el Stoxx Europe 600 cerraba ayer su mejor semana desde septiembre.
En el mercado de materias primas, de nuevo una sesión estable, con el barril de Brent clavado en los 115 dólares y el de West Texas en los 105. Y eso que hubo movilizaciones en multitud de países de Oriente Medio.