Cristiano llegaría muy justo ante el Tottenham

José Mourinho asumió un riesgo serio al alinear a Cristiano Ronaldo frente al Lyon, repitió experiencia en el derbi ante el Atlético y, como consecuencia del sobreesfuerzo en un músculo dañado, el delantero portugués estará de baja de dos a tres semanas. Por lo tanto, llegaría bastante justo al choque de ida de cuartos de final de la Liga de Campeones contra el Tottenham, previsto para el 5 de abril en el Santiago Bernabéu.

El calculador Mourinho pensó que para estos partidos su estrella era muy necesaria y que después venía un parón de un par de semanas motivado por los partidos de selecciones. Si había algún momento en la temporada para aceptar el peligro de una recaída, quizá era este. Es cierto que Cristiano puede llegar mermado al primer asalto ante los londinenses, pero lo más probable es que esté en plenitud para los cuatro clásicos que se avecinan contra el Barça en 18 ó 19 días, si los dos grandes del fútbol español cumplen los pronósticos ante los ‘Spurs’ y frente al Shakhtar Donetsk.

Cristiano sufre "una lesión muscular de grado I en el músculo bíceps femoral de la pierna izquierda con componente edematoso y líquido interfascial", afirmó el parte médico hecho público este domingo por el Real Madrid. El jugador luso recae de la dolencia que le tuvo apartado de los terrenos de juego desde el pasado 3 de marzo, tras un partido liguero frente al Málaga, hasta su reaparición, el pasado miércoles, en el partido de vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones contra el Olympique de Lyon.

¿Un buen descanso?

Ronaldo, que en principio viajaría el lunes a la concentración de su selección con el informe médico, no podrá estar en los amistosos de Portugal ante Chile y Finlandia, previstos para los próximos 26 y 29 de marzo. Al no haber Liga, el siguiente partido que tendría que disputar con el Real Madrid es el 2 de abril, contra el Sporting, justo dentro de dos semanas. Lo más lógico es que el portugués descanse también ante los de Manolo Preciado, para reaparecer en la ida de ‘Champions’ contra los londinenses. Esta inactividad podría venirle bien para el decisivo tramo final de temporada, con esos duelos ante el Barça en el horizonte y salidas complicadas a White Hart Lane, en Europa, y a Bilbao, Valencia y Villarreal, en la competición nacional.

El ídolo blanco ya barruntaba su recaída cuando salió del Calderón. Había mostrado signos de inquietud durante el partido que se acentuaron tras ser cambiado, a los 71 minutos, y responder con gestos altivos a una grada que le insultaba y hasta le deseaba la muerte. Siguió el resto del choque desde el banquillo y, tras la reparadora ducha, apareció por la zona mixta y encendió las alarmas. “Estoy preocupado por mi estado físico. No me encuentro al cien por cien. Quien me conoce sabe que el del primer tiempo no era yo, y el del segundo, menos todavía. Noto algo raro en la parte posterior de la pierna izquierda y veremos lo que pasa en las pruebas”, remarcó.

La dolencia de Cristiano fue acogida con escepticismo en el Barcelona, que superó con susto final y poco desgaste el trámite ante el Getafe. “Esta baja es importante para el Madrid al tratarse de uno de los mejores jugadores del mundo. No sé como la solventará, pero tiene un plantilla muy buena y jugadores para suplir cualquier ausencia”, reflexionó Andres Iniesta durante la presentación de ‘Héroes del deporte’, un libro solidario que apadrina el centrocampista manchego u cuyos ingresos se destinarán a combatir el síndrome de Sanfilippo, una enfermedad degenerativa infantil.