reforma constitucional en egipto

Atacan a El Baradei cuando se disponía a votar

El premio Nobel de la Paz denuncia que unos desconocidos apedrearon su coche cuando acudía a las urnas

EL CAIRO Actualizado: Guardar
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El premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei ha denunciado que fue atacado por desconocidos y su coche apedreado cuando fue a votar en el referéndum de reforma constitucional convocado para hoy en Egipto.

"Fui atacado junto con mi familia por un grupo de matones. Rompieron los vidrios de mi coche a pedradas", ha indicado El Baradei en un mensaje distribuido por la red twitter, un sistema muy usado últimamente por el político para dar a conocer sus opiniones. El Baradei, que ha expresado su interés de presentarse como candidato presidencial en los próximos comicios egipcios, aún sin fecha, acababa de llegar a El Cairo, procedente de la India, adonde viajó en los últimos días.

Una de las críticas que se le hace a El Baradei son sus prolongadas ausencias del país. El premio nobel de la paz y exdirector del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) tiene gran eco internacional, pero escaso apoyo popular en Egipto.

El activista de la oposición, que hace un año inició una campaña para que se aprobaran reformas políticas, incluyendo modificaciones en la legislación electoral, ha resaltado que durante el ataque que ha sufrido "no había ni un solo policía". "La celebración del referéndum sin seguridad es algo inaceptable", ha agregado.

Masiva participación

Al margen de ese incidente, los egipcios han participado masivamente en un plebiscito que costituye primera votación libre en muchas décadas. "Esta es la primera vez que un voto puede cambiar las cosas", manifestaba la empleada bancaria Rasha Milagi cuando votaba en el barrio cairota de Dokki, describiendo el sentir que muchos egipcios tenían en esta jornada histórica.

Desde primera hora de la mañana ante los colegios electorales se formaron largas colas y algunos de los votantes tuvieron que esperar más de dos horas antes de llegar a las urnas. A medida que la jornada electoral avanzaba, se hacía evidente que el número de urnas era insuficiente y las autoridades tuvieron que enviar más cajas para seguir recolectando los votos de millones de egipcios, muchos de los cuales votaban por primera vez.

La participación ha sido tan masiva que los organizadores han anunciado que, después de la hora de cierre, las 19.00 hora local (17.00 GMT), se mantendrían abiertos los centros de votación donde aún hicieran cola personas pendientes de emitir su sufragio. La consulta, cuyos resultados se conocerán en los próximos días, fue convocada con dos semanas de antelación, por lo que no hubo tiempo para elaborar un padrón y los ciudadanos han votado presentando el carné de identidad y mojando el índice en tinta indeleble. La reforma de la Constitución prevé modificar siete artículos y eliminar uno; entre otros cambios se limita a dos los mandatos del presidente y se reducen los requisitos para serlo.

Un momento histórico

En el barrio popular de Imbaba, en El Cairo, decenas de personas se apelotonaban ante la puerta de un colegio electoral situado en un callejón que hacía las veces de mercado de verduras. Gritando para hacerse oír entre la algarabía de los vendedores y de quienes habían acudido a votar, un grupo de jóvenes intentaba distribuir la multitud en dos filas ordenadas: una para los hombres y otra para las mujeres.

Uno de estos jóvenes, Ahmad Salaha, ha votado en contra de las enmiendas porque "el nuevo Egipto necesita más cambios que ocho enmiendas". "Tiene que haber un cambio real", ha insistido. Salaha ha aclarado que es musulmán, pero que teme que si hay elecciones presidenciales demasiado pronto se impondrá el grupo islámico Hermanos Musulmanes, el principal partido de la oposición. "Necesitamos tiempo para que todos los partidos de Egipto sean más fuertes", ha sostenido. Cerca de allí, el pintor Tami Mohamed esperaba pacientemente su turno y aseguraba que votaría a favor de las enmiendas: "Primero cambiaremos la Constitución y después cambiaremos el resto", decía.

Al no existir un padrón electoral, no se sabe cuánta gente podía votar, pero en los últimos comicios legislativos, de noviembre y diciembre pasados, el censo era de 41 millones de votantes.

Se aprueben o no las reformas constitucionales, uno de los elementos claves de esta votación será la participación porque implicará el grado de compromiso de los egipcios en la transición que comenzó con la renuncia de Mubarak. "Lo que está pasando cambiará el futuro de todo el país y si alguien no participa en esto se va a arrepentir", afirmaba uno de los votantes, el empleado de telecomunicaciones Ahmed Akram.

El líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie, ha destacado también el momento histórico que vivía Egipto. "Se trata de la palabra de los votantes, que determinará el futuro de Egipto, que finalmente ha conquistado su libertad", ha declarado el líder del grupo, aún proscrito formalmente y que sufrió una feroz persecución durante el régimen de Mubarak. "Felicito a Egipto por este gran día", ha remachado.