El Barça gana con sufrimiento final
Controló el partido, dedicó la victoria a Abidal, pero el Getafe le dio un susto en los últimos minutos
BARCELONA Actualizado: GuardarEl Barça no falló a Abidal. Le prometió una victoria en una noche especialmente emotiva por la enfermedad del francés, operado el jueves de un tumor en el hígado, y se la regaló, aunque con un resultado demasiado corto por culpa de las numerosas ocasiones falladas por Villa y Messi. Al final bastó con un 2-1 que dejó factura: Xavi vio una tarjeta amarilla en los nerviosos minutos finales y se perderá por acumulación de amonestaciones la importante visita de la próxima jornada al Villarreal.
Pep Guardiola recurrió a Gabi Milito y Bojan para cubrir las bajas de Abidal y Pedro. El joven delantero de Linyola, que se reencontró con el gol en Sevilla, afrontaba a sus 20 años su partido 100 en Liga como azulgrana. Nadie en la historia del club ha sido tan precoz. Estaba destinado a tener protagonismo. Pero antes de que irrumpiera Bojan, los más veteranos asumieron la responsabilidad de intentar superar por la vía rápida a un Getafe que llegaba mermado po sanción de Boateng y las lesiones de Rafa, Mané, Colunga, Gavilán, Mario y Ustari. El equipo madrileño plantó cara en los primeros minutos, pero pronto evidenció la razón por la que sólo ha ganado un partido en los tres meses de 2011: demasiadas facilidades defensivas.
El Barça encontró tantos pasillos en las inmediaciones del área que incluso en ocasiones se olvidó de su juego de toque hipnotizador para ser más vertical de lo habitual. Su problema fue la falta de puntería. Messi perdonó las dos primeras ocasiones, una tijera que despejó Codina y una vaselina excesivamente frívola. Curiosamente fue un lateral, o más bien un extremo, Dani Alves, quien tuvo que compensar los errores de los delanteros al conectar en el minuto 16 un balón a bote pronto desde fuera del área que entró como un misil. Un golazo.
Susto final
A partir de ese momento comenzó a hacerse notar el colegiado asturiano Muñiz Fernández, a quien se le reclamaron hasta tres penaltis, uno a Bojan y dos a Villa que acabó desquiciado, amonestado, enfadado con el colegiado y nervioso ante portería. El Guaje no aprovechó hasta cinco ocasiones claras durante el encuentro. Y Messi se contagió con un par de disparos desviados de aquellos que no se le suelen escapar. Tantos regalos le dieron vida al Getafe, que tuvo una gran oportunidad en el minuto 33 en un remate a bocajarro de Casquero que salvó con los pies de forma providencias Víctor Valdés.
Guardiola pidió en el descanso a sus jugadores más concentración en la definición. Y Bojan, alumno aplicado, tomó nota y en la primera que tuvo se olvidó de florituras para disparar con la izquierda con potencia. El balón tropezó en Cata Díaz y despistó a Codina. Con el 2-0, el encuentro siguió por derroteros parecidos. Villa, peleado con el gol; Messi, pecando de individualismo; y el Getafe, resucitando otra vez para acercarse a la portería de Valdés a la salida de un saque de esquina. Manu pudo darle emoción al partido, pero su cabezazo no entró.
Y cuando parecía que el marcador ya no se iba a mover porque el Barça apostó por no rifar el balón en los últimos quince minutos, llegó el sufrimiento final para el líder. Manu remató de forma certera un centro de Víctor Sánchez y logró un preocupante 2-1 en el minuto 87. pero sólo fue un susto... porque Adriano estuvo atento para impedir un remate de Albín en el tiempo añadido.