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El acuerdo europeo ensombrece la tragedia de Japón

El Ibex sube un 0,17% y recupera los 10.400 puntos gracias a las subidas del sector financiero

MADRID Actualizado: Guardar
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"¡Sorpresa, sorpresa!". Así se refieren los analistas del Royal Bank of Scotland al resultado del consejo europeo del pasado viernes en el que se alcanzó un pacto por el euro, un nombre mucho más bonito y esperanzador para las deudas periféricas que el de acuerdo por la competitividad, según quería la canciller alemana Angela Merkel. "El elemento sorpresa está relacionado más con el 'timing' del acuerdo que con el contenido", aclaraban los expertos del banco británico. Mientras que José Luis Martínez, estratega de Citi en España, precisaba: "Contra pronóstico, se logra un pacto cuya letra pequeña deben escribir los ministros de finanzas en las reuniones del Eurogrupo y del Ecofin del lunes y martes". Y continuaba: "Realmente, poco se sabe del acuerdo, salvo que se ha producido y que contiene derechos y obligaciones: entre los primeros, la ampliación a 440.000 millones de euros efectivos el tamaño del plan de rescate. Además, de forma excepcional, el fondo podría comprar deuda en el mercado primario de los países con problemas de liquidez. Pero se rechaza de forma explícita la posibilidad de comprar deuda en el mercado secundario". Entre las obligaciones, se cuentan algunas de las exigencias de Alemania como: ligar la edad de jubilación a la esperanza de vida, un mayor control de los costes salariales, flexibilizar el mercado de trabajo, incluir límites a la deuda y al déficit...

Empezamos por aquí la crónica y no con el terrible terremoto de Japón devenido en tsunami y, probablemente, también en catástrofe nuclear, porque, para el Ibex 35, el acuerdo hizo posible los avances, aunque con altibajos. El selectivo comenzó la jornada de menos a más, tocando máximos en los 10.637 puntos a las diez y media de la mañana. Desde ahí, comenzó una senda descendente hasta que, con la apertura de la Bolsa de Nueva York, se acentuaron y el indicador español entró en números rojos. Pero rebotó desde los 10.363 puntos, aunque cerró la sesión con un mínimo avance del 0,17%, para dar un último cambio en los 10.415,90 puntos. Pero, al contrario de lo que sucedió con el resto de los índices europeos, logró esquivar los números rojos. Sólo el PSI-20 de Lisboa se comportó mejor que el Ibex, dado que se apuntó casi un 1%.

Las Bolsas periféricas se apoyaron en la fuerte corrección de las primas de riesgo. Al cierre de la sesión bursátil, el interés del bono español a diez años se situaba en el 5,27%, lo que supone un diferencial del 2,04% respecto al del alemán, que se colocaba en el 3,22%. El viernes, la prima de riesgo cerraba en el 2,21% y la rentabilidad exigida por los inversores para comprar deuda pública española a diez años era del 5,42%.

De este fenómeno se benefició, fundamentalmente, el sector financiero, como ocurre siempre. En el Ibex, Bankinter lideró los ascensos, con una revalorización del 5,90%. BBVA subió un 3,43%. Santander ganó un 2,31%, mientras que el Sabadell ganó casi un 2% y el Popular, un 1,38%. Los grandes bancos españoles no fueron los únicos valores ganadores del Eurostoxx 50. De hecho, Unicrédito y Crédit Agricole, como BBVA, avanzaron más de tres puntos porcentuales. Intesa SanPaolo y Société Générale se apuntaron alrededor de un 1,5%. El sector financiero lo hizo bien, pero, de entre los grandes índices, sólo el Ibex cerró la sesión en verde, porque sólo en él el sector financiero pesa un tercio.

En el Eurostoxx 50, junto a estos valores, sólo otro se salvó de los números verdes. Y fue uno español: Iberdrola, que ganó un 0,30%, después del anuncio de la entrada de Qatar Holding en su capital, con una participación del 6,16%.

En el Ibex sí hubo algún valor más en salvarse de las pérdidas, como los valores del sector de las energías renovables, como Gamesa, que ganó un 5,05%, o Acciona, que se apuntó un 3,34%. Ahora, con el creciente cuestionamiento de la energía nuclear, mejora su aspecto como alternativa. También Gas Natural se ve beneficiada, porque el combustible que emplea gana puntos como sustitutivo de la energía nuclear. De hecho, el precio del gas natural subía alrededor de un 3% en los mercados internacionales. También ganaban posiciones tanto el oro como la plata, ante el lógico vuelo a la calidad que se produce tras toda catástrofe. Pocas acciones más cerraron la sesión en verde: Red Eléctrica y FCC.

En el otro lado de la tabla, el sector de la construcción, con Sacyr Vallehermoso a la cabeza, que retrocedió un 4,41%. Ferrovial, Indra, Endesa y Repsol, mientras, cayeron más de un 2%. Para la petrolera española las diversas operaciones que anunció no funcionaron como catalizador: ni la oferta pública de venta de hasta el 7,1% de YPF, ni la venta del 3,83% del capital de su filial argentina por 639 millones de dólares. Quizá sean operaciones ya de sobra cotizadas en sus acciones. Técnicas Reunidas también sufrió un fuerte descenso del 1,90%.

El precio del crudo, el más bajo en dos semanas

Es posible que tanto en Repsol como en este fabricante de infraestructuras para el sector petrolero también cotizara la caída del precio del crudo que en Londres llegó a cambiarse por 111 dólares el barril y en Estados Unidos, por debajo de los 100 dólares, los niveles más bajos de las dos últimas semanas. Ahí sí afectó el terremoto de Japón. Es posible que el mercado espere un descenso de la actividad económica y, por tanto, una reducción de la demanda. De todas formas, en el comportamiento del crudo, al final de la sesión, también comenzaba a cotizar la entrada de tropas saudíes en Bahrein para contener las protestas y retomaba su senda alcista. Da la casualidad de que los suníes gobiernan tanto en Bahrein como en Arabia Saudí y que los chiíes están subyugados tanto en un país como en el otro.

En todo caso, en el resto de los índices del Viejo Continente fue más patente el peso del terremoto japonés y de la fuerte caída del índice Nikkei de Tokio, que cerraba la sesión del lunes con un descenso del 6,2%, el mayor desde hace más de dos años. Ni la intervención del Banco de Japón pudo limitar las pérdidas, pese a su inyección de liquidez récord.

El Dax alemán fue el índice europeo que más sufrió, al retroceder un 1,65%, debido al fuerte castigo sufrido por las eléctricas RWE y E.ON, que perdieron un 5,26% y un 4,77%, respectivamente, debido a su fuerte dependencia del negocio nuclear y a la posibilidad de que el Gobierno de Angela Merkel endurezca su regulación. Además, en el Dax alemán también tiene mucho peso el sector asegurador, otro de los "damnificados" del terremoto: los dos valores de este sector que más cayeron fueron Munich Re, que perdió un 3,36%, y Allianz, que retrocedió un 2,93%.

Los descensos del Cac 40 francés no se quedaron atrás: perdió un 1,10%. En él, el valor que más cayó fue Renault, socio del fabricante japonés Nissan, que, como otros productores de vehículos del país, se han visto obligados a cerrar plantas de producción. A continuación, la eléctrica EDF, la aseguradora Axa y la firma de lujo LVMH, cuyos productos hacen furor entre los consumidores nipones.

El Ftse 100 británico perdió un 0,92% y el Ftse Mib de Milán, un 0,27%. En Estados Unidos, dominaban los descensos, con caídas de más de un punto porcentual, que en el Dow Jones encabezaba General Electric, con un descenso de más de un 4%, con importantes intereses nucleares en India, por ejemplo, lo que contribuyó a deteriorar el aspecto de los indicadores europeos. Sobre todo el hecho de que el S&P 500 cayera hasta el nivel más bajo desde enero.

En el mercado de divisas, el euro subía hasta rozar 1,40 dólares, aupado sobre el acuerdo comunitario. Y, mientras, el dólar rebotaba frente al dólar, pero con una fuerza menguante.