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Elena Salgado: «En el último trimestre de este año estaremos creciendo como la media de la UE»
"Espero que Trichet tenga en cuenta los intereses de todos antes de decidir una subida de tipos"
MADRID Actualizado: GuardarElena Salgado (Orense, 1949) es la cara más visible de la gestión económica del Gobierno. Menuda y de aspecto frágil, no se arruga aunque la tasa de paro supere el 20% y los analistas rebajen a la mitad sus previsiones de crecimiento para 2011. A finales de este año, asegura, España creará puestos de trabajo y el PIB crecerá como la media de la UE. Tan segura está de que nos sacará del bache que no da por perdidas las próximas elecciones. "Hay partido de aquí a las generales", subraya. Y admite que la crisis, de momento, no le ha quitado el sueño.
- El Gobierno fijó para 2011 un objetivo de crecimiento del 1,3%, pero los organismos internacionales rebajan la expansión al 0,7% o 0,8%. ¿Por qué no se fían?
Algunos nos dan el 0,9%. Nuestra cifra de paro nos penaliza. Pero si profundizamos en los datos, la morosidad no ha aumentado demasiado, y en los préstamos hipotecarios no ha crecido prácticamente, está en el 2,5%. Si vamos más al fondo, la morosidad en las hipotecas de los desempleados está por debajo del 1%, según nos dice La Caixa. Es decir, que con unas cifras de paro tan malas hay variables que no están tan afectadas. Entiendo que los analistas siguen esquemas preestablecidos, que hacen que una tasa tan alta de desempleo rebaje sus previsiones. Pero a medida que pase el tiempo se acercarán a las nuestras, como ocurrió en 2010. En el último trimestre de este año estaremos creciendo como la media de la UE.
- ¿Puede estar pasándonos factura la gestión anterior, que hasta mayo de 2010 se adaptó poco a lo que nos pedían del exterior?
No, yo creo que todos tenemos mala memoria. Porque todavía recuerdo al director del FMI diciendo a los países europeos que era demasiado pronto para retirar los estímulos (públicos). Cuando anuncié una subida del IVA muchos analistas españoles y de fuera dijeron que era demasiado pronto para introducir ese estímulo negativo en el crecimiento y para comenzar la senda de consolidación fiscal. Todos, insisto y no me excluyo, tenemos una cierta mala memoria.
- El Gobierno confía en el consumo como motor del crecimiento. ¿No es arriesgado esperar que la gente gaste con un paro superior al 20% y constantes despidos y rebajas de sueldo en las empresas?
Seguimos confiando en las exportaciones, que van mejor lo previsto, y en el consumo interno los datos están ahí. Ahora tenemos una tasa de ahorro algo superior a la que hemos tenido en media y lo razonable es que volvamos a esa tasa media, del 12 al 14%. Ahora el incremento del paro que estamos teniendo es bastante estacional, creo que las grandes cifras de variación de empleo ya las hemos dejado atrás.
- ¿Y cuándo habrá creación de empleo neto?
En el segundo semestre empezaremos a crear empleo neto, pero en cifras todavía moderadas.
- En 2010 el Estado cumplió el objetivo de déficit, pero la mitad de las autonomías vulneró el mandato de mantenerlo por debajo del 2,4%. ¿Es un problema de mala gestión o de un sistema autonómico sobredimensionado?
El Estado anunció en mayo una aceleración de la reducción del déficit y puso en marcha un recorte de inversiones muy fuerte. Seguramente en las comunidades ese proceso fue más lento. Por eso confiamos en lo que puedan hacer en 2011, porque el marco está ya establecido. Hay que coordinar mejor los datos de contabilidad nacional con los de ejecución presupuestaria. En las comunidades se han creado multitud de entes, empresas en algunos casos, que finalmente consolidan; se utilizan fórmulas de financiación que parecen préstamos pero que acaban siendo déficit. Ahí hay ajustes que hacer en colaboración con las autonomías.
- ¿Veremos todavía al Estado imponer medidas concretas de austeridad a las comunidades?
No creo, sinceramente no veo que tengamos esa capacidad de acuerdo con la Constitución, más allá de lo que se refiere a los gastos de personal o los precios farmacéuticos.
- Las autonomías gestionan servicios básicos como la sanidad. De hecho, algunas para mejorar sus cuentas han planteado la necesidad del copago. ¿Veremos la instauración de esa fórmula?
No he visto ningún partido que lo proponga, y correspondería a los partidos, no a las comunidades, aprobar por ley esas medidas. No lo propone el PSOE, no lo propone el PP, ni tampoco CiU.
- Usted dijo hace unos días que el ajuste mediante aumento de ingresos ha acabado, y en 2011 toca ajustar vía recorte de gastos. Este año quiere rebajar el déficit desde el 9,2% al 6%. ¿Guarda en su cajón un nuevo decreto de recortes?
No. Tenemos un presupuesto para 2011 muy austero, que cumple el objetivo de déficit y hemos tomado en el Consejo de Ministros medidas para hacer un seguimiento de la ejecución presupuestaria mucho más detallado de lo que había sido hasta ahora. Precisamente porque sabemos que la reducción del déficit que tenemos que hacer este año en el Estado es muy importante.
Subida de tipos
- ¿Qué pasará si el BCE sube los tipos y nos pilla con la famosa asimetría en que algunos vamos por detrás en la recuperación?
Espero que el señor Trichet tendrá en cuenta los intereses de todos.
- ¿Cómo convencemos a Europa de que hacemos los deberes y necesitamos políticas que ayuden? Nos importa sobre todo cómo se articulen los futuros rescates...
En los rescates ya nadie habla de España.
- No, pero todos interpretan que se toman medidas por si acaso un día España necesita ayuda...
Es una cuestión de defensa del euro, con independencia de cuál sea el país que pueda necesitar ayuda. Estamos hablando en este momento del fondo de estabilidad financiera para 2013. En esa fecha los países ahora inmersos en procedimientos de déficit excesivo habremos llegado al final de la senda. Ya para 2012 la Comisión Europea y el FMI prevén que España estará creciendo como la media. Por tanto, nadie está pensando en España cuando se habla del fondo permanente de estabilidad financiera.
- Eso si sorteamos la actual fase.
Es que ya la hemos sorteado, de verdad. Hay que ver los datos todos los días. En riesgo país estamos a 53 puntos de Italia y a 215 de Portugal.
- Entonces, ¿por qué persiste la sensación de que los mercados nos miran de otra forma que a otros?
Porque aún quedan asuntos por terminar. La reforma del sector financiero va a ayudar, de hecho las medidas de transparencia ya han ayudado. También ayudará que cerremos la reforma de la negociación colectiva, y desde luego ayudará muchísimo que empecemos a crear empleo neto.
- ¿Qué políticas de ahorro habría que adoptar ante la subida del petróleo?
El presupuesto se elaboró para una media de 82 dólares el barril de crudo, pero también con un cambio medio euro-dólar de 1,27 y ahora está a 1,39. Eso nos da un pequeño margen en la factura. Cuanto más hagamos para reducir esa factura mejor, porque el petróleo tiene un impacto enorme en la inflación y es uno de sus elementos más volátiles. En cuanto a efectos en el crecimiento, estamos muy cerca de las previsiones macro.
- ¿Qué debiéramos hacer ante una nueva crisis petrolera?
Primero conocer los datos. No hay razón para que nuestra intensidad energética sea un 20% superior a la de Italia. Debemos reducir la dependencia del petróleo porque es un combustible fósil, no renovable, que perjudica al medio ambiente y a nuestra factura exterior. En segundo lugar, hay que mejorar la eficiencia, y eso pasa por pequeñas actuaciones, por utilizar las renovables e incorporar los costes de la energía a los precios. Cuando no se hizo se estaba lanzando una pelota hacia delante con el déficit tarifario. Cuando llega el momento de titulizar, ese déficit ha crecido y supone ya una factura importante, que en algún momento hay que pagar.
- ¿Queda algo por privatizar?
Las privatizaciones no reducen déficit, sino deuda y los ajustes se tienen que producir en el déficit. Si se privatiza una parte de Loterías o de AENA, el Tesoro tendrá unos ingresos que le permitan emitir menos deuda este año. Tampoco tenemos muchas empresas: la SEPI ha anunciado que venderá algunas participaciones no estratégicas que están en su poder, en Red Eléctrica nos vamos a quedar con el 10% que exige la ley y se está esperando una oportunidad razonable de mercado para vender el resto.
Queda mucho partido
- ¿No han cumplido el programa socialista por necesidad?
Para repartir hay que tener, lo aprendimos de pequeños. El presidente del Gobierno dijo el otro día que los principios del Estado social siguen ahí, no los hemos tocado, y las comunidades autónomas han reducido poquísimo el gasto social.
- ¿Cómo esperan llegar a las elecciones generales?
Queda mucho partido de aquí a las generales. Nosotros estamos dando la cara, diciendo cuál es nuestra propuesta y exigiendo esfuerzos. Las reformas estructurales que hacemos son a medio plazo, aunque algunas van a empezar ya a surtir efecto. La reducción del déficit no es sólo una necesidad impuesta por nuestros compromisos europeos, sino una condición imprescindible para empezar a crecer, así que es un gran activo, igual que la contención de la deuda y las políticas sociales, que las hemos mantenido. Y no olvidemos las grandes reformas sociales de la anterior legislatura. Creo que tenemos una hoja de servicios muy buena para las elecciones.
- Usted ha sido la cara más visible de la gestión económica ¿Se siente responsable de los resultados que pueda cosechar el PSOE?
Corresponsable cuando menos, por supuesto. Yo nunca he abdicado de mi responsabilidad.
- ¿Es usted conductora?
Muy poco.
- ¿Le va a suponer un trastorno tener que ir más despacio por las autovías?
No lo creo. Si tomáramos una distancia media que se puede recorrer en coche en nuestro país, 300 o 400 kilómetros, y calculáramos cuánto tiempo de más supone respetar la nueva velocidad máxima, toda esta polémica se reduciría muchísimo.
- ¿Considera adecuado reducir la iluminación en las carreteras apagando la mitad de las bombillas?
No estoy segura de que no se pueda hacer así, pero no es la propuesta de Fomento. Lo que no es muy razonable es que se pueda leer un libro a la luz de las farolas de una autopista, sin necesitar la luz interior del coche.
- En el momento en que se produjo el cambio de Gobierno y le pusieron delante a Rubalcaba como vicepresidente, ¿se sintió relegada?
Forma parte de mis cuatro o cinco mejores amigos desde hace treinta años. Y le he seguido viendo incluso estando fuera del Gobierno, cuando yo estaba en la empresa privada pero trataba de colaborar con el grupo parlamentario socialista en los temas en que podía aportar algo como telecomunicaciones, energía
- O sea que fue su mentor casi.
No, mentor no. Entre otras cosas porque es dos años más joven que yo. Mis mentores son de otra generación. Y estoy segura de que participé en alguna manifestación antifranquista bastante antes que él.
- ¿Qué tal duerme?
Como un bebé, desde hace muchos años.
- ¿También durmió bien la famosa noche del 9 de mayo? (cuando Bruselas impuso el mayor ajuste)
Me subí al avión y me dormí.