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Idris Al-Senussi: «Gadafi está acabado»

El pretendiente al trono de Libia es una de las piezas clave en la transición

ROMA Actualizado: Guardar
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Hasta hace unas semanas, era uno más de los príncipes que circulan por el mundo sin un país para reinar. Esto ha cambiado para Idris Al-Senussi (Bengasi, 1957), sobrino nieto del Rey Idris I, pretendiente al trono y miembro de la familia líder de una de las hermandades religiosas mayoritarias en Libia –La Sanussiyah–. Desde que los rebeldes han puesto en solfa el régimen de Gadafi, es un hombre muy a tener en cuenta en la esperada transición que devuelva la unidad al país.

–¿Pretende reinar?

–Hoy en día, no pretendo más que Gadafi salga de Libia y termine esa barbarie. Con este panorama, la monarquía no va a regresar nunca al país. Después de lo que ha ocurrido con Gadafi, nadie va a permitir que ninguna tribu mande más que otra.

–En la calle enarbolan su bandera.

–En efecto, llevan la bandera de nuestra familia. Los Al-Senussi pueden tener un rol unificador con las demás tribus para conseguir nuestro objetivo último, que es la transición democrática del país. Somos descendientes del Profeta y la gente del país nos quiere mucho, somos líderes religiosos y 'baraka' [personas que traen protección o suerte].

–¿No quiere formar parte de un posible futuro gobierno?

–No, pero sí que creo que podría tener un papel como consejero. No tengo ninguna aspiración, solo ayudar a la gente en su intento por hacer cosas buenas en Libia. Debemos estar ahí para la reconstrucción democrática y comercial de un país que necesita gente con experiencia.

–¿Ha mantenido contactos con las grandes potencias en las últimas semanas para hablar del futuro de su país?

–He pasado unos días en Washington, pero comprenda que no le pueda decir nada al respecto.

–Hay una polémica entre quién es el heredero al trono, si usted o Muhammad Al-Senussi. ¿Qué argumentos aporta?

–En este tipo de monarquías, hay un consejo de familia que decide quién será el rey, no un heredero. El primero en posicionarse contra Gadafi fue mi padre, Abdallah Al-Senussi, 'El Príncipe Negro', al que el rey Idris encomendó mantener la legitimidad de la monarquía y él me lo encargó a mí. Era el más poderoso dentro de la tribu.

–Hubo un juicio en Inglaterra que terminó dándole la razón a Muhammad Al-Senussi como pretendiente.

–Fue un juicio por un chantaje que recibí, no tenía nada que ver con eso.

–Se ha dicho de usted que es un multimillonario relacionado con el negocio del petróleo. ¿A qué se dedica?

–¿Multimillonario? –ríe–. Nosotros salimos de Libia sin nada. Ocuparon nuestra casa y desde entonces, no he hecho otra cosa que trabajar. Soy un hombre de negocios que, como todos, a veces ha ganado mucho dinero y otras veces lo ha perdido. Ahora me dedico a proyectos inmobiliarios y con esta crisis, comprenderá que la cosa no va bien. He sido siempre un hombre trabajador para que mis hijos pudieran ir a las mejores escuelas del mundo. Nunca he traficado con armas ni he estado en negocios oscuros.

–¿Mantiene contactos con la oposición?

–Nunca los he perdido, pero la revolución la han hecho los jóvenes, no nosotros.

–¿Hasta dónde aguantará Gadafi?

–Está acabado: funciona a base de mercenarios.

–¿Qué es lo primero que haría al volver a Libia?

–Buscar la casa en la que me crié en Bengasi, robada hace 42 años, entrar y oler el aire de mi infancia.