Poca Bélgica para el mejor equipo del mundo
'La Armada' confirma su superioridad y encarrila su pase a cuartos de final gracias a las cómodas victorias de Nadal y Verdasco
MADRID Actualizado: GuardarLa magia de la Copa Davis no se pasó este viernes por la gélida ciudad belga de Charleroi. El habitual ambiente cálido que rodea a cualquier eliminatoria, la típica presión de la afición local a favor de su equipo, se transformó en una apacible tarde para los españoles. Al ritmo de la charanga española, con sus pasodobles y la archiconocida canción de Manolo Escobar "`Qué viva España!", los aficionados que acudieron al Spiroudome, que suspiraban por saborear la vuelta del número uno del mundo, tuvieron una ración doble de victorias españolas. Si al mejor jugador español de la historia, Rafa Nadal, a medio gas, le sumamos la inestimable colaboración de Fernando Verdasco, sustituto del lesionado David Ferrer -que sufrió un pinzamiento cervical-, el resultado es obvio: paseo militar de 'La Armada'. Cuando tres 'top ten' se reúnen en un mismo equipo y se enfrentan a rivales tan débiles como Malisse y Bemelmans, el resultado es el esperado: dos partidos, dos sencillas victorias.
Los dos triunfos de Verdasco y Nadal tuvieron muchas similitudes. Desde la duración de los partidos, una hora y 54 minutos, la poca oposición de los belgas, muy intermitentes durante ambos choques, hasta la falta de emoción en dos duelos muy previsibles, los tenistas españoles apenas sufrieron para doblegar a sus rivales y encaminar el pase del equipo a los cuartos de final. El número uno español cumplió con lo que se esperaba: vencer cómodamente a Ruben Bemelmans. La abismal diferencia entre ambos jugadores hizo acto de presencia desde los primeros compases del duelo del mallorquín, que volvía a las pistas tras su lesión en Australia. Los ocho 'aces', 42 puntos ganadores y 20 errores no forzados logrados sin apenas sufrimiento le sirvieron al balear para doblegar a su oponente por 6-2, 6-4 y 6-2.
Desde los primeros minutos del partido, la diferencia de calidad entre el 144 del mundo y el cinco veces campeón de Roland Garros se plasmó en la pista. Con servicios por encima de los 220 km/h, cinco roturas de servicio y un saque que vuelve a aparecerse al desplegado en el US Open, el mallorquín fue de menos a más, apoyado por los inagotables errores de Bemelmans. Alguna buena derecha, algún buen paralelo o el alto porcentaje de puntos ganados con su primero, hicieron que el jugador local se mostrase por momentos algo menos incómodo en la pista. Pero muy tímidamente. Y con muy poca continuidad. Cuando el de Manacor lo necesitó, apretó la máquina y superó al belga. Únicamente al comienzo del tercer set el balear tuvo un breve momento de relajación. Tras un 0-30 en el cuarto juego favorable para el tenista local, el mallorquín despertó con siete puntos seguidos y una rotura de servicio. El Nadal de siempre, el que consiguió cerrar la jornada con dos a cero favorable para el equipo español. "No he sufrido prácticamente nada", resumió el manacorense.
Antes de que Rafa casi sentenciase la eliminatoria, Verdasco, que no desperdició la oportunidad de disputar el primer partido de la eliminatoria, tampoco tuvo piedad de Malisse. Y es que los 40 puntos ganadores fueron demasiado para el discontinuo jugador belga, a quien doblegó por 6-4, 6-3 y 6-1. A pesar de un comienzo algo dubitativo, en el que el tenista local ganó los seis primeros puntos, un 'break' tranquilizó al español. Su comodidad para ir ganando su servicio y los 'regalos' de Malisse, acompañado de la aparición del famoso Ojo de Halcón que ha pagado la Federación -ha costado 50.000 euros a España-, propició que el madrileño cerrase la primera manga y que pusiese cuesta abajo un encuentro donde tenía muy poquito que ganar y mucho que perder. El número nueve del mundo evitó cualquier tipo de complicación, fue de menos a más, y solventó un partido que le ayuda a reivindicarse. "No estoy tan mal como algunos han dicho", sentenció 'Fer'.
Después de las dos victorias de este viernes, y a la espera del partido de este sábado (14:30, Teleporte) entre, presumiblemente, Verdasco y Feliciano contra Malisse y Rochus, España ya mira su posible rival en la siguiente ronda: Estados Unidos, que se mide a Chile en tierras sudamericanas, un enfrentamiento en el que volvería a jugar fuera 'La Armada'. Sin embargo, si ha quedado algo claro es que, a pesar de las facilidades de los belgas, España debe ser favorita allá donde vaya. Muy sencillo. Es el mejor equipo del mundo.