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El 'comando Otazua' desarticulado el martes en Bilbao tenía un listado con más de una veintena de objetivos
El comando desarticulado el martes en Bilbao tenía información sobre un juez y un ertzaina, así como datos del TAV, de varias Casas del Pueblo del PSOE, oficinas de Correos y del Inem
MADRID Actualizado: GuardarLos miembros del 'comando Otazua' desarticulado el martes pasado en Bilbao guardaban en sus domicilios un listado con más de una veintena de objetivos para retomar la acción si los jefe de ETA daban por finiquitada la actual tregua.
Según han informado fuentes de la lucha antiterrorista, los etarras habían realizado informes, “con diferentes grado de elaboración”, sobre numerosos objetivos de Vizcaya. Los más ‘maduros’ eran un juez de la Audiencia Provincial de Vizcaya, del que habían controlado rutinas y un ertzaina, del que conocían todos sus movimientos de ida y vuelta al trabajo.
Además, habían estudiado la seguridad de sedes de constructoras vascas que trabajan en las obras del Tren de Alta Velocidad, alguna de las cuales ya ha sido objetivo de los terroristas en anteriores ocasiones; de varias Casas del Pueblo del PSOE, de dos oficinas de Correos y de una sede del Inem.
La mayoría de los seguimientos son antiguos, pues datan de 2006, cuando los tres integrantes del entonces recién nacido comando aprovecharon la tregua para recopilar información sobre futuros atentados. No obstante, algunos de los datos habían sido actualizados entre 2007 y 2009, de acuerdo con la información incautada por la Guardia Civil.
Confiesan 16 atentados
Tras su detención, los etarras han confesado a la Guardia Civil ser los autores materiales de al menos dieciséis atentados cometidos por la banda en los últimos años, entre ellos el asesinato del brigada Luis Conde, ejecutado el 22 de septiembre de 2008, cuando hicieron estallar un coche-bomba frente al Patronato Militar de Santoña (Cantabria), y el asesinato del inspector de la Policía Eduardo Puelles, a quien mataron el 19 de junio de 2009 con la detonación de una bomba-lapa en los bajos de su automóvil.
Los integrantes del comando, que se hacía llamar 'Otazua' en recuerdo del etarra Arkaitz Otazua muerto en septiembre de 2003 durante un tiroteo con la Ertzaintza en el Alto de Herrera, también han reconocido que fueron quienes en julio de 2009 volaron la casa cuartel de la Guardia Civil en Burgos, provocando 65 heridos con una potente furgoneta bomba.
Esos tres son los atentados más graves que han admitido durante los interrogatorios en la sede de los servicios de Información de la Guardia Civil en Madrid. Pero el comando que lideraba Daniel Pastor también ha confesado, hasta el momento, otros trece ataques. Son suyas dos acciones terroristas anteriores y casi idénticas que fueron perpetradas a no demasiada distancia del atentado que costó la vida a Puelles: los intentos de asesinato, también con bombas-lapas del escolta Gabriel Ginés, el 9 octubre de 2007, que resultó herido grave, y del policía de Basauri, el 16 de septiembre de 2008, que salvó milagrosamente la vida tras viajar diez kilómetros con el artefacto explosivo adosado a los bajos de su vehículo.
Iñigo Zapirain, Beatriz Etxebarria, Lorena López y Daniel Pastor también asumen los atentados con bombas (dos de ellas trampa) contra tres repetidores en Arnotegi, Bilbao, y La Población, en Navarra, en abril, noviembre y diciembre de 2008; la colocación de un artefacto en los juzgados de paz de Sestao en diciembre de 2007; la bomba contra la sede la Seguridad Social de Arrigorriaga en mayo de 2008; y otro artefacto contra una sede el INEM en Bilbao en 2006 .
Los integrantes del comando 'Otazua' también están detrás de la colocación de un coche bomba el 9 de septiembre del 2007 junto a la sede del Ministerio de Defensa en Logroño y de haber abandonado cuatro pequeñas bombas en marzo de 2006 en carreteras de cántabras, vascas y navarras durante una huelga general convocada por la izquierda abertzale.