Messi acierta a tiempo
El argentino marcó en su ocasión menos clara y acabó con las ilusiones de un Valencia muy competitivo
BARCELONA Actualizado: GuardarEl Barça superó un muro en su escalada hacia el título. Supo sufrir ante un Valencia abnegado, disciplinado y ordenado, hubo momentos en los que incluso pareció que podía perder su primer partido fuera de casa de esta Liga, pero aguantó y encontró premio.
Guardiola mostró uno de esos ataques de entrenador que le hizo cambiar el sistema pero reaccionó a tiempo y Messi logró un gol que mete todavía más presión al Madrid. Había fallado varias ocasiones claras, pero el argentino aprovechó la más difícil para acabar con la resistencia de un sobresaliente Guaita. Si es verdad que tiene atado a Diego Alves, el Valencia se ha metido en un problema.
Pep Guardiola, que al final estuvo en el banquillo de Mestalla, aunque tieso como una tabla por culpa de una lumbalgia, presentó un dibujó diferente al clásico 4-3-3 con el objetivo de confundir al Valencia de Unai Emery, quizás el técnico que más estudiado tiene al conjunto azulgrana hasta el punto de ser el único que antes del encuentro había sobrevivido a las dos visitas de este Barça: 2-2 en la 2008-09 y 0-0 en la 2009-10. El técnico de Santpedor apostó por una defensa de tres centrales (Busquets incrustado entre Piqué y Abidal) y un centro del campo con Mascherano, Xavi e Iniesta y dos carrileros a la antigua usanza: Alves y Adriano. En ataque sacrificó a Pedro y dejó como titulares a Messi y Villa, pese a la ajetreada jornada judicial del Guaje en Asturias.
Sin embargo, el equipo confundido en los primeros minutos fue el Barça, que sufrió evidentemente descolocado ante las embestidas de Joaquín y Mathieu por las bandas. Y es que Emery también innovó dejando fuera a su ariete, Soldado, para buscar sorprender con la movilidad de Joaquín, Pablo y Mata. Y en defensa prescindió de David Navarro, en el ojo del huracán por su actuación teatral en San Mamés. Sin embargo, el Valencia no creó ocasiones en esa fase, todo lo contrario que el Barça. Y por partida triple en menos de diez segundos. Messi se topó dos veces con Guaita y una con Ricardo Costa en tres remates consecutivos a bocajarro en el minuto 9. Fue una mala señal para un Barça que, superado ese comienzo dubitativo, se hartó de perdonar ocasiones hasta el descanso. Especialmente significativa fue una gran jugada de Messi tras un robo de balón a Dealbert que resolvió con un regate y una vaselina sobre Guaita que se quedó colgada en la red superior. El argentino no quiso mirar a Villa, que estaba solo con toda la portería para él.
Guaita se luce
El asturiano no se quejó, todo lo contrario que Messi cuando minutos después el Guaje disparó fuera con poco ángulo pese a la llegada de Leo, mucho menos clara que la anterior. El Barça llegaba, pero con menos control del habitual, aprovechando los errores del Valencia y con un nerviosismo extraño a la hora de definir. Adriano, más extremo que lateral, probó el disparo varias veces con muy poca fortuna. Y Guaita evitó con el pecho el gol de Villa tras un centro de Adriano en el 40. El Valencia sólo llegó en el minuto 20, pero Iturralde González pitó un fuera de juego dudoso de Jordi Alba en un acción que dejó renqueante a Pinto para el resto del choque.
Emery cambió el guión en el descanso. Debió entender que con ese planteamiento el Barça marcaría más pronto que tarde, y recurrió a Soldado en detrimento de un apagado Joaquín. El Valencia presionaba igual o más pero al fin tenía una referencia. Y el delantero dispuso de dos buenas opciones que generaron inquietud en los culés. En otro contragolpe, Mata vio el desmarque de Pablo, que erró porque dudó entre centrar y tirar. El choque se abría pero sin descoserse. Messi tuvo otra pero lanzó muy cruzado. Antes, los catalanes pidieron penalti por mano de Ricardo Costa.
A Guardiola no le gustaba el partido y volvió a sus principios, a su esquema tipo. Entró Pedro por Mascherano y Busquets pasó al centro del campo. El Valencia cedió mucho terreno, quizá fruto del cansancio, y eso se paga caro aunque el Barça no esté tampoco muy fresco. El reaparecido Xavi vio un desmarque de Adriano, el brasileño asistió a Messi y, en la más difícil de todas, el argentino no falló. Guaita estuvo a punto de evitarlo pero una parada casi milagrosa. Sabía Pep que ese triunfo era un tesoro y decidió retirar aguantar con Maxwell y Keita. Iniesta no había tenido su mejor noche.