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Cibeles oscurece en su segunda jornada

Victorio&Lucchino regresan a sus volantes, Amaya Arzuaga se reserva su mejor colección para París y Hannibal Laguna acierta con sus redes de seda

MADRID Actualizado: Guardar
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Victorio&Lucchino vuelven a sus orígenes haciendo del volante su 'leitmotiv'. El dúo sevillano fue el encargado de poner en escena el primer desfile de la segunda jornada de Cibeles Madrid Fashion Week. Su colección, bautizada como 'Flamenco', en homenaje a la designación de este arte por la Unesco como Patrimonio inmaterial de la Humanidad, no conmocionó, ni mucho menos. Prendas teñidas de negro, con toques de beige y burdeos, con vestidos por la rodilla en terciopelos, tafetas, bambulas "El invierno que viene lo vemos muy de negro, no muy negro, negro está ya", bromean a dúo. Además de volantes, tirantes y zapatos se adornan con divertidas caracolas de gasa multicolor.

Negro también es el color fetiche de Hannibal Laguna y Amaya Arzuaga para la próxima temporada. Laguna fusiona sus dos grandes pasiones, el submarinismo y la moda, para crear su colección 'Hit' con 'vestidos joya' realizados con hilos de oro, plata y verde para conseguir un efecto metalizado "que asemeja el fondo marino". Increíbles las piezas creadas con redes de seda negra y cuentas doradas bordadas, "realizadas con la misma técnica con la que se hacen las redes de los pescadores". Los cristales de Swarovski que adornan sus prendas han sido envejecidos cien años con una técnica que les ha hecho oxidarse "como si se tratara de parte del tesoro hundido de un galeón", explica el diseñador venezolano.

Amaya Arzuaga ha vuelto a guardarse su mejor colección para París. ¿La cita? El próximo 4 de marzo en el Grand Palais. Este sábado dejó en Cibeles sus propuestas para su línea AA: capas cortas, pantalones pitilas marcadas con cinturones. Cuero elástico, gabardina de algodón, lana hervida y punto, mucho punto, marca de la casa. Dos vestidos extralargos de punto bicolor cerraron la pasarela, antes de decir adiós al 'total look' negro de la mañana.

Ágatha, todo corazón

La colorista Ágatha Ruiz de la Prada se olvida el próximo invierno de sus flores, sus estrellas y sus nubes para centrarse única y exclusivamente en el mundo del corazón. Sus modelos comenzaron desfilando a ritmo de su bombeo; del rojo al azul eléctrico, pasando por el naranja, el fucsia, el amarillo y el verde. Todos bien brillantes. Y por si fuera poco, Ágatha decoró las medias con tiras de leds y linternas en los sombreros de fieltro, al más puro estilo minero. Un par de 'vestidos cuadro', directos a su futuro museo, y varios minivestidos de 'pailletes' doradas con el rostro de la diseñadora impreso, junto con una falda bombonera multicolor, fueron algunas de las extravagancias de la creadora.

Roberto Torretta puso el broche a la jornada. Se olvida del negro y convierte el burdeos en su color fetiche. Prendas con aires futuristas: pantalones pitillo tobilleros y jerseys 'oversize' conformaron los 'looks' más ochenteros del día. Vestidos bicolores por la rodilla con mezcla de texturas y piel, mucha piel. 'Animal print' para los trajes de noche y botines. ¿Cómo curiosidad? "Algunos de los vestidos son desmontables", señala el diseñador. Así lo que parece una pieza de dos materiales, se convierte en un top de cuero y una falda de lana. Sin negro en su paleta, Torretta cerró la noche con satenes anaranjados y lana cocida roja.