Palop desquicia al Sevilla

El Sevilla tendrá que remontar en Oporto un resultado adverso de 1-2. Quizá merecieron más los hombres de Gregorio Manzano, pero la pegada de los lusos y la nefasta actuación, una más, de Palop, evitaron la sorpresa en el Pizjuán.

Villa-Boas planteó un partido que hubiera firmado su ‘maestro’ Mourinho. Con un Oporto bien plantado, buscando los contragolpes y sus jugadores muy solidarios entre ellos. A pesar de tener más posesión de balón, los portugueses apenas crearon ocasiones en toda la primera mitad. La única oportunidad para abrir el marcador llegó de un error del propio Palop, quien un mal despeje casi lo aprovecha Moutinho. Menos mal que Medel, el mejor del encuentro, salvó el entuerto.

Tampoco el Sevilla estaba para mejores noticias. No fue de los peores partidos, pero el nivel de la plantilla sigue siendo paupérrimo. Sólo Luis Fabiano, tras su rajada de cada semana, parecía querer hacer algo positivo. Pero no contó con el protagonismo del trío arbitral. El linier primero le anuló un gol que bien podría haber subido al marcador. Después el árbitro, un escocés que seguramente sepa más de rugby que de fútbol, desquició a los hispalenses.

Nada más comenzar la segunda mitad, Craig Thomson empezó a desesperar con decisiones nada lógicas. Benefició más a los lusos, pero ni si tan siquiera a estos terminó gustando. Entre la confusión del colegiado, llegó el regalo de cada partido de la defensa sevillista. Una falta botada, sin apariencia peligro, acabó en gol ante la mirada estupefacto de un nefasto Palop.

La eliminatoria se escapaba, pero entonces apareció Kanouté para volver a ser el salvador. Tras el tanto, los nervionenses gozaron en apenas diez minutos de más ocasiones que en todo el encuentro. Pero la suerte se alió a favor del rival y una duda en la salida de Palop la aprovechó el colombiano Guarín para dejar casi sentenciada la eliminatoria.