Activistas de Greenpeace escalan hasta la torre de la central de Cofrentes para reclamar su cierre
Los ecologistas pretenden denunciar lo que consideran falta de seguridad de esta instalación, que entró en funcionamiento en 1984 y cuya autorización de explotación está pendiente de validar
MADRID/VALENCIA Actualizado: GuardarUn vigilante de la Central Nuclear de Cofrentes ha resultado herido de carácter leve, con un corte de siete centímetros a la altura de la cintura, y otros dos han sufrido contusiones, tras el forcejeo con algunos de los miembros de la organización Greenpeace que han irrumpido esta mañana en la central para llevar a cabo una acción de protesta para reclamar el cierre de esta instalación, cuya licencia de explotación expira el próximo mes de marzo.
Fuentes de la organización ecologista han informado de que un grupo de escaladores ha comenzado a trepar por la torre de refrigeración de la central en la que tienen la intención de hacer una gran pintada con la advertencia "peligro nuclear". Los ecologistas pretenden denunciar lo que consideran falta de seguridad de la central, que entró en funcionamiento en 1984 y cuya autorización de explotación está pendiente del informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y posterior decisión del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. En 2009, diversos grupos ecologistas y vecinales constituyeron la plataforma 'Tanquem Cofrentes' para pedir el cierre de la central, la quinta más antigua de España.
Por su parte, la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Ana Botella, ha señalado que "los pacifistas han entrado con violencia en la central nuclear. Han roto el vallado eléctrico de protección de este recinto". Preguntada por si se ha producido un fallo en los servicios de seguridad de la central, Botella ha afirmado que las medidas adoptadas han sido "proporcionales a los hechos" y a las "circunstancias de estas personas, que van desarmadas y no tienen ningún tipo de pretensión agresiva".
"Las medidas son eficientes", según Botella, quien ha añadido: "siempre hay sucesos" tras lo que "se hace un memorándum" para hacer mejoras, si son necesarias. La delegada del Gobierno ha manifestado que se ha decidido "no tener una actitud contundente de desalojo", ya que, según ha explicado, "se ve que es un movimiento pacifista". "Podría haberse utilizado un sistema de reducción fuerte pero, luego habría que valorar la proporcionalidad o desproporcionalidad de la reacción", ha comentado Botella, quien ha señalado que estas personas han ido "realmente a desplegar esas pantallas" y que, "viendo que salen con las identificaciones de Greenpeace", una represión muy fuerte podría "representar una situación no deseable".
La delegada ha comentado que no conocen el número exacto de personas que puede encontrarse en la central, debido a la dificultad de identificar a éstas "una a una", debido, por un lado, a la "altura" a la que algunas se encuentran, o, por otro, en el caso de que alguna de ellas se haya escondido al entrar. Una Unidad de montaña de la Guardia Civil de Valencia se ha desplazado hasta la central nuclear, "por si en algún momento hiciera falta desalojar a las personas", y varios inspectores del CSN para "tener un control del desarrollo de las actuaciones".
Catorce personas ocupan la torre
En el momento de la irrupción de los miembros de la organización ecologista en la central es cuando se ha producido el forcejeo con los tres vigilantes que allí se encontraban, de los que uno ha resultado herido de carácter leve con "un corte de 7 centímetros a la altura de la cintura, producido por una radial que estaban utilizando", según ha explicado Botella. Los otros dos trabajadores de seguridad de la central han tenido que ser atendidos por los servicios sanitarios por diversas contusiones, uno de ellos tras sufrir "una crisis de ansiedad".
La también responsable del Consejo de Seguridad Nacional (CSN) en la Comunitat ha afirmado que los servicios de seguridad de la central han contabilizado 14 personas aproximadamente de la organización ecologista en la torre oeste de refrigeración de la central, aunque ha señalado que no han podido llegar a ningún punto clave del recinto. "La situación está totalmente controlada", ha asegurado Botella, quien ha explicado que este suceso, iniciado a las 6.30 horas de hoy, "no produce ningún riesgo de contaminación radiológica".