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El nuevo Gobierno echa a andar sin la que oferta de reforma del régimen haya traído la calma a las calles de El Cairo
Los primeros contactos del Ejecutivo con los opositores no convencen a los manifestantes, que siguen en la plaza de Tahrir
MADRID Actualizado: GuardarComienza una nueva andadura política en Egipto sin que la situación haya vuelto a la calma, pese a los llamamientos de Estados Unidos, antiguo socio de Hosni Mubarak, para una "transición ordenada" hacia un régimen más democrático. Los ministros del nuevo Gobierno han mantenido este lunes su primera reunión de gabinete desde que el presidente reorganizó el Ejecutivo el 28 de enero en un intento por aplacar a los manifestantes enfurecidos por años de corrupción, dificultades económicas y opresión política.
Los primeros contactos del Ejecutivo con los opositores no han satisfecho a los manifestantes, que siguen en la plaza de Tahrir. Permanecen inamovibles tras catorce días de protestas e insisten en que no se irán hasta que Mubarak deje el poder. Después de muchas jornadas de violencia y tensión, la calma ha vuelto al epicentro de la revuelta, la plaza de la Liberación, que muchos quieren que se llame plaza de los Mártires en honor a las cerca de 300 personas que han muerto desde el inicio del levantamiento.
En este punto todavía hay muchos manifestantes acampados, pese al principio de acuerdo alcanzado ayer entre grupos de la oposición y el vicepresidente Omar Suleimán para acabar con la Ley de Emergencia, vigente desde 1981, y enmendar la Constitución. Y es que muchos ciudadanos que están en la plaza desconfían de un diálogo en el que sienten que no tienen voz. Mientras que los manifestantes continúan en la plaza, el centro de la ciudad sigue paralizado por las restricciones al tráfico rodado y la clausura de numerosos comercios aunque la entrada en vigor del toque de queda se ha retrasado. A partir de ahora comenzará a las 20.00 hora local (18:00 GMT) y finalizará a las 06.00 (04.00 GMT), lo que significa que su entrada en vigor se retrasa una hora, desde las 19.00 a las 20.00.
Grietas en la oposición
La oposición está sufriendo grietas en la unidad que mantenía hasta ahora, ya que hay algunos sectores opuestos al diálogo emprendido ayer. Distintas posturas de apoyo y rechazo a esas negociaciones han nacido incluso entre miembros de las mismas organizaciones, incluidos los Hermanos Musulmanes y la Asamblea General para el Cambio, que apoya al premio nobel de la paz Mohamed el Baradei. "No hay un marco global para todas las fuerzas políticas. La Asamblea Nacional para el Cambio tiene posturas diferentes (sobre el diálogo), entre el rechazo y la aceptación", ha apuntado Hasan Nafae, próximo a El Baradei.
Según se consolidaba la revuelta popular del 25 de enero, los convocantes coincidían en que sólo dialogarían con las autoridades a partir de la renuncia de Hosni Mubarak, en el poder desde 1981. Pero varios dirigentes de la oposición participaron ayer en una reunión con el vicepresidente Omar Suleimán, nombrado por Mubarak, aún en el poder y con un enorme retrato del cuestionado mandatario presidiendo la sala donde se celebró la reunión. Entre ellos se encontraban representantes de los Hermanos Musulmanes, un grupo proscrito pero semitolerado por el régimen, aunque según dijeron ayer veteranos dirigentes de ese grupo, Egipto "vive en una nueva legitimidad" y deben aprovechar este momento.
Pero esa línea no parecen compartirla jóvenes de la organización islámica, que creen que esas negociaciones "no tienen beneficios". "Por supuesto estamos en contra de cualquier diálogo hasta que se vaya Mubarak, porque es una pérdida del tiempo", ha explicado el coordinador de los jóvenes de los Hermanos Musulmanes, Moez Abdel Karim.
El Baradei, al margen
Algunas figuras importantes de la oposición egipcia han quedado al margen de este diálogo, pero otros, en cambio, aunque sí fueron invitados, decidieron no asistir, como el Movimiento 6 de Abril, que inició las protestas contra el régimen Un portavoz de ese grupo, Mohamed Adel, ha apuntado que la postura de su organización y de otros colectivos de jóvenes es la original. "Estamos en contra del diálogo hasta que se vaya (el presidente Hosni) Mubarak", afirmaba Adel. También precisaba que, aunque algunos jóvenes acudieron ayer a la reunión de Suleimán, "no volverán otra vez a las negociaciones".
El Baradei, una figura política con más eco fuera del país que dentro de Egipto, ha admitido que no había sido invitado a este diálogo y calificó la negociación como "un proceso opaco". "Nadie sabe quién está conversando con quién en esta etapa. El proceso está siendo manejado por el régimen saliente sin involucrar a la nueva oposición o al resto de la gente", ha señalado El Baradei en declaraciones a la cadena de televisión estadounidense CBS. Al diálogo de ayer tampoco fue invitado el ex candidato presidencial de la oposición Ayman Nur, dirigente del partido Ghad y que se convirtió en el principal rival de Mubarak durante las elecciones presidenciales de 2005.
Liberado el directivo de Google
El directivo de la empresa estadounidense de servicios tecnológicos Google que había sido arrestado en El Cairo y cuyo paradero se desconocía ha sido liberado este lunes, según ha informado el canal de televisión Al Arabiya. El presidente de la multinacional egipcia Orascom Telecom, Naguib Sawiris, había dicho este domingo que las autoridades egipcias le habían asegurado que Wael Ghonim sería liberado este lunes. Google indicó esta semana que Ghonim, responsable de marketing para Oriente Próximo y el norte de Africa, no había sido visto desde el pasado 27 de enero. Su empresa había iniciado una búsqueda pública y había facilitado un número de teléfono para que quien tuviese información sobre su paradero la proporcionase.
La organización Amnistía Internacional había advertido de que Ghonim podría correr el peligro de sufrir torturas a manos de las fuerzas de seguridad egipcias y pidió a las autoridades que revelasen dónde se encontraba y que lo pusiesen en libertad "inmediatamente" o bien lo acusasen "de un delito reconocido". El directivo participó en una manifestación el 25 de enero y quedó con su hermano para acudir a otra tres días después, pero el encuentro no se produjo.