España regresa a la elite con vocación de permanencia
El bronce logrado por los de Valero Rivera confirma el regreso de la selección a los primeros puestos del escalafón internacional, de los que se cayó abruptamente hace dos años en Croacia
MALMOE (SUECIA) Actualizado: GuardarLa medalla de bronce conquistada en el Mundial de Suecia confirma el regreso de la selección española de balonmano a los primeros puestos del escalafón internacional, de los que se cayó abruptamente hace dos años en Croacia. La decimotercera plaza a la que se vio condenado el conjunto español, en el Mundial disputado en tierras balcánicas, sirvió de punto de inflexión para un equipo que se conjuró para no volver jamás a compartir cartel con las comparsas que completan la nómina de la cita universal
Dos años de intenso trabajo cuyos resultados comenzaron a vislumbrarse en el pasado Europeo de Austria, en el que España se quedó a un paso de acceder a unas semifinales que, en esta ocasión, no se le han escapado a los de Valero Rivera. Un magnífico resultado para la selección española que se marcha de Suecia con una única derrota, la cosechada ante Dinamarca en las semifinales, en un gris partido de la, a priori, mejor línea del equipo nacional, la portería. Todo gracias a un excelente trabajo defensivo, el punto donde más se nota la labor de Valero Rivera y sus ayudantes, que ha convertido a la defensa 5-1, con un inconmensurable Roberto García en el puesto de avanzado, en la nueva seña de identidad del conjunto español.
Un complejo entramado defensivo que ejemplifica, mejor que nada, el espíritu colectivo del que le gusta dotar a todos sus equipos a Valero Rivera, que no se ha cansado de destacar, una y otra vez, el sacrificio de unos jugadores hambrientos de gloria. Sinfonía defensiva que por el momento no ha encontrado su correlación en ataque, la faceta donde España aún debe mejorar para poder ascender un nuevo peldaño de un podio, en el que Rivera por ahora tan sólo ve inalcanzable a la todopoderosa Francia.
La base de futuribles internacionales
No obstante, el Mundial de Suecia deja también en este aspecto inmejorables noticias como la explosión del joven lateral derecho Eduardo Gurbindo, que a sus 23 años se ha convertido ya en toda una referencia del equipo español. Una tarea que ocupará en los próximos meses al cuerpo técnico de la selección, que no tiene dudas sobre el camino a seguir: tratar de consolidar el juego exhibido en la primera parte del duelo con Islandia, en el que España no sólo ofreció sus mejores minutos en el Mundial, sino desde la llegada al banquillo de Valero Rivera.
Labor que tendrá como objetivo volver a pelear por las medallas, y a ser posible de un mejor metal, el próximo año en el campeonato de Europa de Serbia y, sobre todo, en los Juegos Olímpicos de Londres, el gran objetivo del equipo español. Una cita olímpica que, como anunció Valero Rivera, afrontará con un equipo muy similar al que ha logrado el bronce mundialista en Suecia aunque, como recalcó, sin que ello suponga cerrar a nadie las puertas de la selección.
Pero si España no quiere volver a desaparecer de la elite entre la que en Suecia se ha vuelto a situar, las miras de la selección no pueden centrarse sólo en la inmediata competición, algo que sabe perfectamente Valero Rivera, que quiere ampliar la base de futuribles internacionales. Para ello, el técnico español tiene intención en los próximos meses de crear una selección B, con aquellos jugadores que ya están llamando a la puertas del equipo nacional, para garantizar el relevo con vistas al año 2013, en el que España organizará un Mundial, en el que partirá con un único objetivo, lograr su segunda corona universal.