Mubarak se aferra al poder mientras la población sigue protestando

Centenares de manifestantes se han concentrado a primera hora de la mañama en la plaza Tahrir, en el centro de El Cairo. Entre gritos de "¡Vete, vete!" y "¡No a la violencia!", han mostrado que no les basta el mensaje Hosni Mubarak. El presidente egipcio anunció anoche la destitución del Gobierno pero él continúa en el poder. Mubarak se negó a ceder a las demandas de los manifestantes y ordenó salir a las tropas y tanques en las ciudades durante la noche en un intento de reprimir las manifestaciones que dejaron un duro rastro de destrucción a través de El Cairo. "La política de engañar a la gente no funcionará más. La gente está pidiendo libertad y un cambio en la constitución y el parlamento que supongan el fin del régimen", asegura un egipcio.Todavía humea la sede principal del partido de Mubarak, incendiado y saqueado ayer. Las protestas han dejado cerca de medio centenar de muertos y más de 1.000 heridos. Una revuelta sin precedentes que ha puesto en jaque al régimen de Mubarak