El juicio del 'Alakrana' arranca con el relato entre lágrimas del sufrimiento de los marineros durante el cautiverio
En le banquillo de los acusados se sientan 'Abdu Willy' y 'Raageggesey Adji Haman', detenidos a raíz del secuestro del atunero vasco en octubre de 2009
MADRID Actualizado: GuardarUno de los 36 marineros españoles del atunero 'Alakrana', que fue capturado el 2 de octubre de 2009 frente a las costas de Somalia, ha relatado entre llantos en la Audiencia Nacional el sufrimiento que los tripulantes del barco tuvieron que padecer durante los 47 días que se prolongó el cautiverio. "Vi pasar la muerte por delante", ha dicho.
El primero en testificar ha sido Gaizka Iturbe, engrasador del 'Alakrana' y uno de los cuatro secuestrados que ejercen la acusación particular en el procedimiento. Él ha abierto la primera sesión del juicio que se sigue contra los presuntos piratas somalíes Cabdullahi Cabduwily, alias 'Abdu Willy', y Raageggesey Hassan Aji, que se enfrentan a sendas penas de 220 años de cárcel.
Iturbe, que ha tenido que interrumpir su declaración por el estado de nervios en que se encontraba, ha señalado que el primer momento en que temió seriamente por su vida se produjo cuando los dos acusados fueron capturados por la fragata 'Canarias'. "Uno, que estaba histérico, cargó el arma y no no nos mató porque el otro le puso la mano. Fue la primera vez que ví pasar la muerte por delante", ha afirmado.
El segundo momento del que tiene peor recuerdo se produjo cuando los secuestradores empezaron a separarlos en grupos de tres y les advirtieron de que serían puestos a disposición de las familias de los acusados para que les "lincharan e hicieran lo que quisieran" con ellos si el Gobierno español no accedía a sus "exigencias". "Encima del puente se puso un señor con un bazooka, con un lanzagranadas, cargó el arma y nos disparó por encima de nuestras cabezas. Cuando terminó volvió a hacer lo mismo con una ametralladora", ha relatado el marinero entre lágrimas y visiblemente afectado.
El testigo se ha derrumbado cuando ha descrito la situación del buque ucraniano 'Ariana', al que el 'Alakrana' se acercó para facilitar combustible. Según ha explicado, en la embarcación, que también estaba secuestrada, se encontraban una mujer con un bebé que "pedía a gritos que la ayudáramos" y una niña de 14 años. Les intentaron ayudar facilitándoles comida, medicamentos y maicena para el pequeño pero los piratas no les dejaron. "Nos enteramos a los días que el bebé murió de hambre y la niña de 14 años fue violada", ha agregado Iturbe.
Cambio en el orden
Aunque lo habitual es comenzar el juicio con el interrogatorio a los acusados, la sección cuarta de la Sala de lo Penal, encargada de juzgar a los presuntos piratas, ha optado por practicar la prueba testifical anticipadamente ante la imposibilidad de ajustar los señalamientos a los periodos de faena de los marineros. Así, tras el testimonio de Iturbe, está previsto que el 3 y el 4 de febrero testifiquen el patrón del atunero, Ricardo Blach; el capitán, Iker Galbarriatu; el maquinista, Víctor Bilbao; el otro engrasador, Pedro Ortún, y el resto de los marineros vascos y gallegos enrolados en el "Alakrana" cuando se produjo el secuestro: Antonio Pérez, José Antonio García, Pablo Costas, José Carlos Meira, y Joaquín Fernández.
Una vez finalizada la prueba testifical adelantada, el tribunal -compuesto por los magistrados Ángela Murillo (presidenta), Juan Francisco Martel y Carmen Paloma González (ponente)- ha señalado para la celebración del juicio los días 4 y 5 de abril y del 6 al 10 de junio. En la vista, el fiscal Jesús Alonso pedirá 220 años de prisión para cada uno de los acusados, a los que imputa 36 delitos de detención ilegal (uno por cada uno de los marineros secuestrados y uno de robo con violencia e intimidación y uso de armas.
También reclamará que ‘Abdu Willy’ y ‘Raageggesey Adji Haman’ -arrestados al día siguiente del secuestro del buque, que se produjo el 2 de octubre y que fue liberado 47 días después-, indemnicen a cada uno de los 36 tripulantes con 100.000 euros, así como a la empresa propietaria del pesquero en la cantidad "que se determine en ejecución de sentencia".