Clijsters y Na Li se disputarán el título
La belga se impuso a la rusa Vera Zvonareva mientras que la china sorprendió a la danesa Caroline Woniacki, número uno del mundo y gran favorita
MELBOURNE Actualizado: GuardarSiete años después, la belga Kim Clijsters alcanzó la final del Abierto de Australia, tras superar a la rusa Vera Zvonareva (6-3 y 6-3), a la que ya ha arrebatado el número dos del mundo, y disputará el título a la china Na Li, que batió a la danesa Caroline Woniacki (3-6, 7-5 y 6-3).
Entonces, en el Abierto de Australia del 2004, perdió ante su compatriota Justine Henin, que hace unas horas ha anunciado su retirada definitiva del tenis. En esta ocasión, Clijsters tiene ante sí la posibilidad de sumar su cuarto Grand Slam. El primero al margen del Abierto de Estados Unidos. Ha sido en Nueva York donde la belga ha cosechado sus únicos grandes (2005, 2009 y 2010).
Será la segunda final consecutiva de un Grand Slam para Clijsters, incontestable desde su retorno a la competición, en agosto del 2008. La del Melbourne Park será la novena ocasión en la que la belga puje por un trofeo grande. Cinco derrotas. Pero ninguna después de su retorno, donde no conoce rival. La rusa Vera Zvonareva se topó de nuevo con Kim Clijsters. La que le dejó meses atrás sin el Abierto de Australia. Ahora vuelve a abrirle paso en el trayecto hacia la final de Australia, adonde llegará la belga con el número dos del circuito amarrado
No hubo puja excesiva en el duelo, resuelto en una hora y trece minutos. Zvonareva no fue capaz de inquietar con su resto los saques de Clijsters, que solo perdió una vez su servicio. La jugadora belga situó la situación a favor y nunca vio inquietado el triunfo que le da vía libre hacia la final, donde se medirá a la china Na Li, la última que le ha ganado, recientemente en la final del torneo de Sydney.
Na Li sorprende a Wozniacki
La tenista china dio la sorpresa al superar a la número uno del mundo, la danesa Caroline Wozniacki, del Abierto de Australia (3-6, 7-5 y 6-3), distanciada una vez más de la conquista de un éxito en un torneo grande. Wozniacki estuvo a dos juegos de la final. Pero fue incapaz de frenar la reacción y la progresión de una adversaria que sumó su undécimo partido seguido ganado. Desde que conquistó Sídney semanas atrás.
Wozniacki tuvo el partido controlado al principio. Pareció aprender de experiencias pasadas; de las dos derrotas encajadas en los tres partidos que han disputado. El último, precisamente, en este mismo escenario. La tenista danesa, por su parte, tiene en el Melbourne Park una nueva ocasión de introducir un Grand Slam entre los éxitos de su carrera, que ilustre su historial y su condición de dominadora del circuito.
Nunca se dio por vencida Na Li, que afrontó el duelo sin ceder set alguno. Wozniacki transitaba sólida con la conquista del primer parcial y con 4-1 en el segundo. Li juega punto a punto y su rival no pudo frenar la escalada. Con la manga equilibrada Wozniacki, a la que se le echa en cara la condición de número uno sin haber ganado un Grand Slam, empezó a sentir el acoso.
De hecho, ninguna jugadora le había hecho sombra hasta la semifinal. Wozniacki, con una doble falta, cerró la conquista del segundo set para su adversaria. Salió malparada de la experiencia Wozniacki, que en el tercero ya fue a contracorriente, por detrás de Li que, enfilada hacia el éxito, redondeó su trabajo con el pase a la final, donde le esperan Clijsters o Zvonareva.