El Gobierno ofrece a los sindicatos alargar la vida de Garoña a cambio de un pacto global en pensiones y reforma laboral
CCOO y UGT se oponen a ese acuerdo económico completo y no cambian nucleares por jubilaciones
MADRID Actualizado: GuardarPaso atrás del Gobierno en su política nuclear. Después de confirmar en julio de 2009 que la central de Garoña cerrará sus puertas en 2013, ahora está dispuesto a revisar esa fecha. Un cambio de postura que ha cogido con el pie cambiado al ministro de Industria, Miguel Sebastián, que esta mañana se mostraba firme y dejaba a la instalación burgalesa fuera de cualquier pacto con los sindicatos para revisar la vida últil de las nucleares. Insistía, en contra de lo que luego ha admitido el Ejecutivo, que Garoña echaría el cerrojo dentro de dos años. Eso puede cambiar porque La Moncloa está dispuesto a retrasar su cierre, como han solicitado CCOO y UGT como una medida para mantener los puestos de trabajo. El presidente José Luis Zapatero cedería en este terreno, a pesar del programa electoral del PSOE y de su reconocida política antinuclear, a cambio de un pacto global en pensiones y reforma laboral. Fuentes del Ejecutivo ven cerca un principio de acuerdo.
Con ese objetivo, sindicatos y empresarios se han vuelto a reunir en el Ministerio de Trabajo en busca de ese pacto en el que la jubilación a los 67 años que propone el Gobierno ya no sería un problema para UGT y CCOO porque se incluirían matices. El punto clave de la negociación, han apuntado las fuentes, son los requisitos que deberían cumplir los trabajadores para jubilarse con la pensión a los 65 años; el Gobierno ha propuesto 41 años cotizados y los sindicatos piden rebajar esa cifra.
El Ejecutivo aspira a que ese acuerdo de conjunto, además de la reforma del sistema de las pensiones y el desarrollo de la reforma laboral, incluya también la política energética e industrial. Y ahí entran, según datos de Industria, los 1.800 puestos de trabajo que dependen de la central burgalesa de Garoña.
Los sindicatos enfrían las expectativas
Los sindicatos han rebajado el optimismo gubernamental. Comisiones Obreras y UGT han negado tajantemente la posibilidad de alcanzar ese pretendido acuerdo económico global a cambio de alargar la vida de las centrales. Con una frase se explica su postura: vienen a decir que no cambian nucleares por pensiones. El secretario de Comunicación de CCOO, Fernando Lezcano, así como fuentes de UGT, han subrayado que la propuesta de retrasar el cierre de Garoña a cambio de un pacto global "no tiene el más mínimo fundamento".
Lezcano ha aclarado que cuando se ha hablado en las conversaciones tripartitas de ampliar las negociaciones sobre pensiones a cuestiones como la industria o la energía no se ha entrado en detalles "y mucho menos" sobre el futuro de las centrales nucleares. "Si dijimos que no estamos dispuestos a cambiar cromos" en la negociación de las pensiones, en alusión a la posibilidad de un acuerdo a cambio de poner más requisitos al despido colectivo por pérdidas económicas que incluye la reforma laboral, "mucho menos lo estamos en esta ocasión".
El portavoz de CCOO ha insistido en que la negociación de las pensiones tiene entidad por sí misma y para los sindicatos "no es objeto de cambalaches", una afirmación que suscribe UGT, según fuentes de este sindicato. Ambas centrales han negado que hayan cedido en el retraso de la jubilación a los 67 años, sobre la que precisamente este miércoles han convocado concentraciones en las sedes de la Seguridad Social de toda España.
Lezcano ha adelantado de que los sindicatos empezarán mañana a hablar "con más transparencia" sobre las negociaciones, que han mantenido con discreción e incluso secretismo en los últimos días, porque, admitía, empiezan a estar "hartos".