El Almería fue menos malo
Un gol en propia meta del noruego Rindaroy complica la supervivencia de un Deportivo inoperante
Actualizado: GuardarSalvo hecatombe, el Barça tendrá el camino expedito hacia la final de Copa. Aunque los milagros existen en fútbol, ni el Almería, ni mucho menos un Deportivo sin juego y sin alma, están en condiciones de complicarle la existencia en penúltima ronda. Completaron un choque de ida paupérrimo en el que ganaron los mediterráneos porque al menos lo intentaron y el noruego Rindaroy se metió un gol en propia meta.
Aunque el Almería ya hizo historia al alcanzar los cuartos, no parece que la gesta calase entre su gente. El choque se disputó en un estadio casi desierto. Ambiente frío para un torneo que se presume caliente. Y el juego de los contendientes tampoco acompañó. Ritmo lento, constantes imprecisiones y contadas llegadas a las áreas.
Dentro del tono mediocre, los andaluces fueron mejores, más ambiciosos. Querían ganar su quinto encuentro consecutivo en el torneo del K.O. Ulloa y Piatti, la versión argentina de la clásica pareja ofensiva del alto y el bajo, avisaron antes de que Juanma Ortiz se aprovechase de la pasividad de los gallegos y de un rebote en Rindaroy.
Los de Oltra se replegaron en la reanudación para dejar hacer a un Dépor inoperante y buscar el factor sorpresa en las contras. La tuvo Uche antes de que Lassad se fabricase la primera y única ocasión visitante. Arrancó, tiró y el balón al palo tras rozar un gran Esteban. Entró Jonathan, un francés procedente de Burkina Faso, y mostró buenas maneras. Estuvo a punto de batir a Manu en el primer balón que tocó. Sólo quedaba el regreso de Pellerano, tras superar una grave lesión de rodilla sufrida precisamente contra el Dépor.