La nieve y la falta de visibilidad, principales causas del siniestro en Irán en el que 78 personas han muerto

Al menos 78 personas han muerto y unas 26 han resultado heridas al estrellarse este domingo un avión Boeing 727 de la compañía pública Iran Air cuando intentaba aterrizar en el aeropuerto de Urumiyeh, en el noroeste de Irán, según ha informado este lunes el ministro de Carreteras y Transporte, Hamid Behbahani.

Behbahani ha indicado que el accidente se produjo como consecuencia de las desfavorables condiciones meteorológicas y la falta de visibilidad, según informa la agencia de noticias iraní ISNA.

El ministro ha dicho que el avión no se incendió después de estrellarse y que "hasta ahora han muerto 78 personas y unas 24 han resultado heridas". Por su parte, el responsable de gestión de crisis en el Ministerio, Ahmad Majidi, ha declarado a ISNA que aún no se ha encontrado la caja negra. Majidi ha dicho que "en el momento del accidente había en el avión 105 personas: 94 pasajeros y once tripulantes". "Un total de 26 personas heridas han sido hospitalizadas en Urumiyeh y una de ellas se encuentra en estado crítico", ha detallado el responsable, que ha añadido que además hay una persona desaparecida.

El viceministro de Carreteras y Transporte ha explicado que "el piloto pretendía volver a Teherán", el punto de partida del viaje, "porque el mal tiempo hacía imposible el aterrizaje". El piloto había advertido de que no tenía visibilidad suficiente para aterrizar.

El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, ha dado su pésame a las familias de los fallecidos y ha ordenado a Behbahani que investigue la causa del accidente y tome las medidas necesarias para evitar que ocurran hechos como éste en el futuro, según informa la agencia de noticias oficial IRNA.

Las autoridades han declarado tres días de luto en la provincia de Azerbaiyán Occidental, cuya capital es Urumiyeh.

Un sector precario

Los accidentes aéreos son relativamente frecuentes en Irán, debido sobre todo a la precariedad de su flota aérea, anticuada y sometida, como el resto del país, a un embargo internacional que le impide comprar piezas de repuesto originales. Según cifras oficiales, cerca de un millar de personas han perdido la vida en distintos accidentes aéreos, civiles y militares, en Irán durante la última década.

El último de gran envergadura ocurrió en julio de 2009 cuando un Tupolev de la compañía Caspian Airlines en ruta entre Teherán y Yereván, capital de Armenia, y con 156 personas a bordo se estrelló cerca de la ciudad septentrional iraní de Qazvin. En el accidente, causado por el incendio de uno de los motores en vuelo, perdieron la vida todos los ocupantes del aparato de fabricación rusa.

En febrero de 2003 un total de 276 personas, la mayoría efectivos de la Guardia Revolucionaria, cuerpo de elite de las Fuerzas de Seguridad iraníes, murieron al estrellarse el avión Ilyushin-76 que les trasladaba desde la capital a una zona montañosa del noreste del país.