EEUU, Georgia y las repúblicas bálticas en contra de la venta de portahelicópteros a Rusia
España, Francia y Holanda pujan por lograr el contrato para proveer los navíos
CORRESPONSAL. MOSCÚ Actualizado: GuardarEstados Unidos trata de impedir que Francia, España u Holanda suministren portahelicópteros a Rusia. Los tres países participarán en un concurso internacional para dotar a la Armada rusa de ése tipo de navíos. Washington se ha hecho eco de los temores de Georgia y de las repúblicas bálticas, que ven su seguridad seriamente amenazada si la transacción se lleva a término.
Según un cable filtrado por WikiLeaks, la embajada estadounidense en París informó a la Secretaría de Estado el 22 de febrero del presente año de una reunión mantenida por el secretario adjunto para asuntos de seguridad internacional norteamericano, Alexander Vershbow, con el encargado del Ministerio de Exteriores francés del departamento de Europa Continental, Roland Galharague, para pedir explicaciones sobre los planes de vender a Rusia portahelicópteros tipo Mistral.
En el despacho se citan las palabras de Galharague afirmando que los Mistral “no supondrán una contribución significativa a la capacidad militar de Rusia”. Tampoco alterará, según su opinión, la vulnerabilidad estratégica de Georgia, ya que, asegura, “los rusos ya la invadieron y lo hicieron sin tener el barco”. El responsable francés sostiene que los Mistral no contienen ninguna tecnología puntera o sensible, cuya asimilación pueda resultar peligrosa para otros estados o esté incluida en la clasificación de armas restringidas. “Rusia no es una amenaza para nosotros”, concluye Galharague.
El cable fue enviado dos semanas después de que el ministro de Defensa francés, Hervé Morin, recibiera en París a su homólogo norteamericano, Robert Gates, quien le expresó su preocupación ante la posibilidad de que Rusia se haga con los Mistral. “Queremos construir con Rusia una relación de confianza”, dijo después Morin durante una rueda de prensa en compañía de Gates.
Navantia "participará en el concurso"
Lituania y Estonia fueron las primeras en pronunciarse en contra de la venta de los portahelicópteros a Rusia. El pasado mes de abril, el diario estonio Eesti Ekspress publicaba un artículo explicando el peligro que para el país báltico supone tal arma y dando consejos de expertos sobre cómo hundirlo o bloquear su aproximación a la costa.
La viceministra de Exteriores georgiana, Ninó Kalandadze, advirtió en septiembre que los buques que el gran vecino eslavo se propone adquirir en Francia, España u Holanda “son una amenaza para Georgia y toda la región”. Kalandadze dijo que “Rusia está, lamentablemente, fuera del control de la comunidad internacional y es capaz de violar las reglas aceptadas por todos, pese a las presiones mundiales”.
La empresa estatal española Navantia, según declaró el mes pasado a la agencia EFE una portavoz, “participará en el concurso” para la venta de dos portahelicópteros y la construcción de otros dos en territorio ruso. Navantia ofrece un barco idéntico al Juan Carlos I, entregado en septiembre a la Marina española.
La responsable de prensa afirmó que el Juan Carlos I “no sólo es un portahelicópteros, también es un buque anfibio, es una ciudad flotante que puede transportar numerosos efectivos”. El portahelicópteros español tiene 230 metros de eslora, frente a casi 200 los Mistral, y puede transportar 30 helicópteros y más de un millar de soldados, contra 16 helicópteros y unos 800 efectivos que puede alojar su competidor francés.
El analista militar ruso, Pável Felgenhauer, sostiene que Rusia “echó de menos” un portahelicópteros de asalto como el Juan Pablo I cuando atacó Georgia en agosto de 2008. Asegura también que lo que quiere Moscú es la tecnología para seguir luego construyendo los navíos por su cuenta.