Odriozola: «No voy a dimitir, soy una víctima»
El presidente de la Federación Española de Atletismo asegura que "lo de Marta Domínguez ha sido mi mayor disgusto y el mayor problema de todo esto"
MADRID Actualizado: GuardarNunca antes la sala de prensa de la Federación Española de Atletismo (RFEA) estuvo tan llena. Incluso el presidente, José María Odriozola, que comparecía este lunes para dar explicaciones sobre la ‘operación Galgo’, se mostró sorprendido ante tanta expectación. El motivo de semejante revuelo era escuchar las explicaciones del máximo dirigente del atletismo español sobre la trama de dopaje relacionada con su deporte. Hasta tres veces se le preguntó por su posible dimisión y otras tantas contestó lo mismo. “No voy a dimitir. Soy una víctima y sería de cobardes abandonar ahora el barco”, afirmó casi irritado por la insistencia. En su opinión no hay motivos para que deba abandonar el cargo. Incluso fue más lejos al afirmar que estos hechos le darán más fuerza para presentarse a la reelección en 2012. Acompañado del velocista Ángel David Rodríguez, en representación de los atletas, y Juan Manuel Alonso, jefe de los servicios médicos de la federación, Odriozola defendió durante más de una hora su gestión, y aseguró tener el respaldo del presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco.
“Me siento engañado por la confianza depositada en determinadas personas”, confesó Odriozola, quien reconoció que esta operación contra el dopaje ha sido su “mayor disgusto” desde que alcanzara la más alta responsabilidad de la RFEA hace 22 años. “Es malo para el atletismo y el deporte español”. Entre los implicados, un nombre le ha sorprendido y dolido especialmente: Marta Domínguez. Y es que la atleta española más laureada de la historia era vicepresidenta de la federación. Pero nada hacía dudar de ella. Según informó, la palentina había pasado desde 2006 más de 50 controles fuera de competición y “en todas las pruebas sus datos habían sido normales”.
Sin embargo, Odriozola aseguró que si se demostrase “fehacientemente” que la campeona del mundo de 3.000 obstáculos se dopó, aunque no diera positivos en los controles, se le retirarían los títulos y las marcas obtenidas, como el récord de España. Sería un caso similar al de la velocista estadounidense Marion Jones, despojada de sus medallas tras reconocer haber usado sustancias prohibidas. De momento, la palentina ha sido suspendida cautelarmente del cargo de vicepresidenta. Al estallar el jueves la ‘operación Galgo’, Odriozola intentó ponerse en contacto con ella, aunque no lo consiguió, y la despidió por carta. Ahora considera que es Marta quien le debe dar explicaciones.
La rueda de prensa se convirtió en una defensa a ultranza de la federación y, sobre todo, de su labor al frente de la misma. Aseguró que siempre ha sido un ferviente adalid de la lucha contra el dopaje. “Mi primera decisión como presidente fue romper con el doctor Eufemiano Fuentes”, hasta entonces, uno de los médicos que trabajaba en la RFEA y supuesto cerebro de la ‘operación Galgo’. En 2006 ya fue el principal acusado en la ‘operación Puerto’, la mayor red de dopaje en el ciclismo.
"Nada que ocultar"
Odriozola insistió en que el atletismo es uno de los deportes “más controlados”, con unos 1.000 análisis al año, sólo superado por el ciclismo y el fútbol: “Cuando vigilas mucho, las cosas aparecen y entonces se castiga. Nunca hemos ocultado nada”. Todo lo contrario. Insistió una y otra vez en la idea de ser una víctima más de lo ocurrido. Negó que él o la federación sospecharan de las prácticas ilegales y no lo denunciara. “Estamos en una indefensión absoluta. No tenemos datos para poder actuar. Los rumores no sirven. Sólo las pruebas”. Odriozola reconoció que en el atletismo no hay milagros y cuando de repente un atleta destaca de la nada, “el primero que se mueve soy yo”.
Según explicó, la federación actuó inmediatamente en cuanto tuvo conocimientos de los hechos. Apartó del equipo que debía participar en el Europeo de cross a Alemayehu Bezabeh, el etíope nacionalizado que confesó haber sido sometido autotransfusiones de sangre el pasado 15 de noviembre. También fueron apartados los tres entrenadores implicados, Manuel Pascua Piqueras, César Pérez y María José Martínez. Al mánager de Marta, José Alonso Valero, se le suspendió cautelarmente la licencia.
Odriozola también negó las informaciones que apuntan a que Paquillo Fernández, uno de los implicados en la ‘operación Grial’, hubiera colaborado con la Guardia Civil para desenmarañar esta trama de dopaje, con el objetivo de reducir su sanción: “Colaboró en causas anteriores y la Federación Internacional decidió reducir la sanción”.
Por su parte, Ángel David Rodríguez, velocista, fue uno de los firmantes del manifiesto en el que 61 atletas españoles pedían esclarecer todo lo ocurrido y acabar con el dopaje. Sin embargo, él también afirmó que nunca sospechó de nadie: “Conozco a los encausados. Nunca he visto ninguna prueba”.