Los Bulls embisten a los Lakers de Pau Gasol

El base Derrick Rose lideró la victoria de Chicago Bulls frente a Los Ángeles Lakers (88-84), en un partido en el que los 23 puntos de Kobe Bryant y los 21 de Pau Gasol resultaron insuficiente. La victoria fue la primera que los Bulls han conseguido ante los Lakers en casi cuatro años después que los actuales campeones de liga habían ganado siete partidos consecutivos y no perdían desde el 19 de diciembre del 2006 cuando fueron derrotados 94-89, también en el United Center.

Esta vez Rose fue la gran figura de principio a fin con acierto encestador y superando en el duelo individual al base Derek Fisher, de los Lakers. Rose, que jugó 39 minutos, anotó 29 puntos (12-25, 3-5, 2-4), repartió nueve asistencias y capturó cinco rebotes. El base estrella de los Bulls anotó 3 de los 8 triples que consiguió su equipo, mientras que el escolta reserva Kyle Korver lo apoyó con otras tres canastas desde fuera del perímetro para aportar 13 puntos.

El alero sudanés Luol Deng aportó 14 puntos y el alero Carlos Boozer le ganó el duelo bajo los aros a los hombres altos de los Lakers al conseguir un doble-doble (10 puntos y 14 rebotes). El factor reserva también cayó del lado los Bulls al recibir una ayuda de 26 puntos por tan sólo 13 de los hombres del banquillo de los Lakers, que tuvieron su anotación más baja en lo que va de temporada. El escolta Kobe Bryant volvió a ser el máximo encestador de los Lakers con 23 puntos, pero falló 14 de 23 tiros de campo sin que al final pudiese ser un factor ganador.

El ala-pívot catalán Pau Gasol mantuvo su eficacia y consistencia en el juego individual al aportar 21 puntos con ocho rebotes. Gasol, que jugó 45 minutos, el que más de todo el equipo y del partido, anotó 9 de 15 tiros de campo y 3-4 de personal, repartió cuatro asistencias y puso cuatro tapones. El alero Lamar Odom llegó a los 18 tantos, pero se quedó también con sólo ocho rebotes y los hombres altos de los Lakers no pudieron superar a Boozer, el pívot Joakim Noah y Deng. La derrota acabó con una racha de tres triunfos consecutivos que habían conseguido los Lakers para quedarse con una marca de 16-7 y líderes en la División Pacífico.