28-n | Elecciones EN CATALUÑA

La abstención puede ser histórica

Sobre el papel, esta baja participación beneficia a CiU, perjudica al PSC y favorece la entrada de minoritarios

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Los datos parciales de las 13 horas son desalentadores desde el punto de vista de la participación: casi un punto menos que hace cuatro años, cuando las elecciones de 2006 fueron especialmente significativas por la alta abstención. Aunque en 2006 sólo votaron el 56% de los catalanes, ha habido peores legislaturas. El récord negativo permanece inamovible desde 1992. El año olímpico registró un 54%, una cifra a la que nos podríamos acercar en la jornada de hoy. No obstante, expertos demoscópicos habían estimado que la abstención podría alcanzar el 50%. Sin embargo, con las cifras de las cuatro primeras horas de elecciones parece difícil que se llegue a tanto. Así, la crisis, el hartazgo del tripartito, los casos de corrupción y la desafección causada por la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut están pudiendo más que las llamadas de la clase política a acudir en masa a los colegios electorales.

Sobre el papel, esta baja participación beneficia a CiU, perjudica al PSC y favorece la entrada de minoritarios. Es provechoso para la Federación nacionalista, porque Convergencia es la formación que tiene el electorado más fiel. Si está logrando movilizar a los suyos, y los demás, no, puede llevarse el gato al agua. Todo lo contrario que el PSC. A la vista de los datos, podría no estar consiguiendo arrastrar a sus seguidores, por lo que el castigo electoral se barrunta importante. Hay distritos de Barcelona ciudad, donde el PSC tiene su principal granero de votos, como es el caso de Nou Barris, Sant Andreu o Sant Martí, donde la abstención era a las 13 horas tres puntos y medio superior que la media. Y, por su parte, la baja participación facilita la entrada de pequeñas formaciones, ya que es más fácil alcanzar el 3% de los votos de la circunscripción que exige el sistema electoral para poder lograr un escaño. Ciutadans puede superar sus actuales tres parlamentarios, Joan Laporta se colará con dos o tres y Joan Carretero gana opciones si los electores siguen quedándose en casa. Esta atomización del sufragio independentista a quien más desfavorece es a ERC.