La lucha entre 'narcos' y policías brasileños deja 21 muertos
Varios vehículos han sido incendiados por las bandas en respuesta a las acciones que han tenido lugar en las favelas de la ciudad
RÍO DE JANEIRO Actualizado: GuardarLa Policía Militar brasileña ha contabilizado 21 muertos y 150 detenidos en operaciones contra bandas armadas emprendidas desde el lunes en Río de Janeiro, y ha anunciado que mañana va a "intensificar" sus acciones.
Hoy ha sido el día más sangriento de la ofensiva, con trece muertes registradas entre supuestos integrantes de las bandas de narcotraficantes que se guarecen en las favelas de la ciudad, según el informe que ha ofrecido en una rueda de prensa el coronel Henrique de Lima Castro, director de comunicación social de la Policía Militar.
Las operaciones policiales se han concentrado hoy en 27 barriadas pobres del área metropolitana de Río de Janeiro, entre ellas algunas de las consideradas como las más peligrosas de la segunda mayor ciudad de Brasil. Entre los agentes del orden se han contabilizado dos heridos de bala, según la Policía, que también ha destacado el decomiso de un gran volumen de drogas y armas.
En la favela de Vila Cruzeiro, considerada como el punto "más crítico", se ha confiscado casi una tonelada de marihuana y al menos cuatro fusiles. En otras áreas de la ciudad se han incautado de otras trece pistolas y revólveres, dos fusiles, una submetralladora y dos bombas de fabricación casera.
La Policía Militar está en estado de alerta, ha cancelado los descansos y vacaciones de sus empleados y ha puesto a patrullar en la calle a 17.500 agentes, incluyendo al personal de oficinas. Las operaciones se están llevando a cabo en varias favelas, entre las cuales está Vila Cruzeiro, que ha sido ocupada por el temido Batallón de Operaciones Especiales (BOPE).
La llamada Tropa de Elite de la Policía, cuyas acciones contra el narcotráfico han inspirado dos exitosas películas, ha ocupado la barriada en la que supuestamente se esconden varios de los jefes del Comando Vermelho (Comando Rojo), la mayor organización criminal de Río de Janeiro y a la que se le atribuyen los ataques de los últimos días.
La movilización policial tiene por objetivo poner fin a los ataques de grupos criminales contra blancos civiles, principalmente automóviles particulares y autobuses, que han generado pánico en Río de Janeiro desde el pasado sábado. Las autoridades de Río de Janeiro, la ciudad que será una de las subsedes del Mundial de fútbol de 2014 y sede de los Juegos Olímpicos de 2016, han atribuido los ataques a una represalia de los grupos criminales que fueron expulsados por la Policía de importantes favelas en las que controlaban el tráfico de drogas.
Ordenados desde cárceles
Tanto el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, como el alcalde de la capital, Eduardo Paes, que ha llegado a calificar los ataques como actos terroristas, consideran que la ofensiva violenta tiene por objetivo presionar a las autoridades para que suspendan la instalación de las llamadas Unidades de Policía Pacificadora (UPP) en barriadas que antes eran controladas por grupos criminales.
El secretario de Seguridad Pública de Río de Janeiro, José Mariano Beltrame, ha asegurado que los ataques fueron ordenados desde cárceles por los jefes del Comando Vermelho que están presos. Beltrame ha agregado que la justicia ya autorizó el traslado a presidios federales de máxima seguridad en estados distantes de Río de Janeiro de ocho presos que serían jefes de esta banda.
Los ataques comenzaron el sábado en importantes vías de la ciudad pero se intensificaron desde la noche del martes y se extendieron a varios municipios del área metropolitana de Río de Janeiro. Como en las ocasiones anteriores, los atacantes fuertemente armados, algunos de ellos con fusiles, bloquearon vías importantes, asaltaron a los ocupantes de los vehículos y le prendieron fuego a los automóviles en medio de la calle.
Tan solo entre la noche del martes y la mañana de hoy delincuentes prendieron fuego a cinco autobuses, una furgoneta de transporte público y diez vehículos particulares en diferentes áreas de la región metropolitana. Cuatro pasajeros que estaban en la furgoneta incendiada sufrieron quemaduras aunque están fuera de peligro, según las autoridades. Entre las personas detenidas hoy figuran cinco acusadas de haber lanzado bombas incendiarias contra vehículos, entre los cuales uno que fue identificado por testigos como el autor del ataque a la furgoneta y otro que dijo haber recibido 200 reales (unos 115,6 dólares) por prenderle fuego a un automóvil.