EEUU envía un portaaviones a Corea del Sur tras el ataque a la isla
Junto a cuatro barcos más de la VII Flota, participará desde el domingo hasta el miércoles en unas maniobras militares en el Mar Amarillo para hacer frente a las amenazas de Kim Jong-il
CORRESPONSAL EN PEKÍN Actualizado: GuardarContinúa la tensión después de que Corea del Norte bombardeara ayer una isla surcoreana próxima a su frontera, estando a punto de desencadenar una nueva guerra entre ambos países. A los dos soldados de Corea del Sur fallecidos y la veintena de heridos que dejó el ataque se han sumado hoy dos nuevos cadáveres hallados entre los escombros en la isla de Yeonpyeong. Según la Policía, se trata de dos civiles de unos 60 años que perecieron bajo los obuses de la Artillería norcoreana.
Tras haber decretado la alerta máxima, el presidente de Corea del Sur, el conservador Lee Myung-bak, habló por teléfono anoche con su homólogo estadounidense y principal aliado. Como vienen haciendo los inquilinos de la Casa Blanca desde los tiempos de la Guerra Fría, Obama le prometió todo su apoyo y trabajar “hombro con hombro” ante esta nueva crisis.
Haciendo frente a la última provocación de Kim Jong-il, Corea del Sur y EE.UU. han decidido seguir adelante con sus maniobras militares conjuntas en el Mar Amarillo, a solo cien kilómetros de la isla atacada. Con sus 75 cazas de combate a bordo y una tripulación de 6.000 marineros, el portaaviones nuclear USS George Washington zarpó esta mañana (madrugada, hora española) del puerto japonés de Yokosuka, al sur de Tokio, con rumbo a las turbulentas aguas coreanas. Le escoltan los destructores Stethem y Fitzgerald y los cruceros Cowpens y Shiloh, que se unirán también a los ejercicios navales previstos desde el domingo hasta el miércoles de la próxima semana.
"Se trata de unas maniobras de naturaleza defensiva. Aunque planeadas mucho antes del bombardeo sin provocación de ayer, demuestran la fuerza de la alianza entre Corea del Sur y EE.UU. y su compromiso con la estabilidad regional a través de la disuasión", anunció un comunicado de la VII Flota americana.
La participación de dichas embarcaciones no sólo añadirá más fuego a la tensa situación que se vive en la Península Coreana, sino que amenaza con molestar también a China. El USS Washington ya tenía previsto intervenir en unas maniobras similares en julio, poco después de la muerte de 46 marineros surcoreanos en el hundimiento de su corbeta por un torpedo del Norte. Pero la presión del régimen de Pekín influyó para que los ejercicios con tiro real se desarrollaran finalmente en el Mar de Japón, y no cerca de su frontera en el Mar Amarillo, como estaba previsto en un principio.
Siguen soplando, pues, los vientos de guerra en la Península Coreana.