Vendaval Cristiano
El capitán portugués protagonizó un partido portentoso con regates imposibles
Madrid Actualizado: GuardarCristiano Ronaldo no sabe lo que es dosificarse. En cada partido da el máximo. Ante España sumó a su habitual ambición el plus de enfrentarse a la campeona del mundo y de querer agradar a su afición. Fue un vendaval. Apareció por todas partes y encaró siempre con acierto. Volvió loco a Busquets con un regate imposible. Marcó un golazo anulado por la inconsciencia de Nani, que se llevó una buena reprimenda de su compañero. Protestó al árbitro y obligó a buenas paradas de Casillas. Todo esto en sólo 45 minutos.
Cristiano Ronaldo fue el líder indiscutible de Portugal. Para el extremo luso no existe otro partido más importante que el que juega. No piensa más allá del presente. ¿Reservarse para el clásico ante el Barça? Ni se lo planteó. Metió la pierna sin miedo en cada lance, incluso se llevó algún recadito en el tobillo. El capitán portugués llevó todo el peligro por la banda izquierda. Buscó constantemente y con gran velocidad la espalda de Sergio Ramos cuando el lateral español se incorporaba al ataque.
El recital de Cristiano fue breve pero intenso. Empujó a todo el equipo y mostró toda su calidad individual con una jugada en la que rompió a Pique y con una vaselina sutil superó a Casillas. Un gol espectacular estropeado cuando Nani, en fuera de juego, metió la cabeza para empujar una pelota que no lo necesitaba. Anulado y enfado monumental del capitán luso, que llegó a tirar el brazalete frustrado por no ver subir su gol ante el campeón del mundo. Un dato más que deseado para el insaciable futbolista de Madeira. Pero lejos de desesperarse, Cristiano regaló otra perla a los espectadores del estadio Da Luz. En un balón esquinado, en el que la mayoría de jugadores apenas lucharían por provocar un córner, él lo convirtió en una jugada sensacional. Paró el balón y rompió la cintura de Busquets con un regate de los que nadie se cansa de ver repetidos y soltó un trallazo que Casillas sólo pudo despejar. El rechace lo aprovechó Martins para abrir el marcador. Cristiano lo celebró a lo grande. Lo mejor para España es que Paulo Bento decidió dejarle en el banquillo en el descanso. Eso se perdió el espectáculo.