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Brutal agresión a un periodista ruso

Oleg Kashin permanece en coma inducido, tiene conmoción cerebral, las dos piernas rotas, el maxilar inferior partido por dos sitios, múltiples fracturas, ha perdido una falange de un dedo de la mano y se le mueven varios dientes

MOSCÚ Actualizado: Guardar
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El periodista ruso, Oleg Kashin, permanece en coma inducido y muy grave tras la brutal paliza que recibió el sábado junto a su domicilio, en el centro de Moscú. Kashin tiene conmoción cerebral, las dos piernas rotas, el maxilar inferior partido por dos sitios, múltiples fracturas, ha perdido una falange de un dedo de la mano y se le mueven varios dientes. Hoy se han difundido las imágenes de una cámara de seguridad cercana al lugar de los hechos.

Se desconoce por ahora la identidad de los dos atacantes, que emplearon barras de hierro y un objeto contundente, tal vez una piedra, de considerable tamaño. Kashin es uno de los reporteros más conocidos del prestigioso diario ruso Kommersant. Uno de los temas desarrollados en sus artículos fue el relacionado con las protestas por la tala del bosque de Jimki, en las afueras de Moscú, para construir una autopista. Kashin entrevistó el pasado verano a un activista de una organización antifascista que participó en un ataque al ayuntamiento de Jimki.

A raíz de ello, “Guardia Joven”, sección juvenil del partido “Rusia Unida”, cuyo principal dirigente es el actual primer ministro, Vladímir Putin, publicó en su página web un llamamiento a castigar a Kashin y a todos los periodistas “traidores” que se dedican al “sabotaje” y a desprestigiar a los órganos de poder.

El presidente Dmitri Medvédev ha exigido a la Fiscalía General que se esmere para encontrar a los culpables. Hasta ahora prácticamente ningún crimen cometido contra periodistas en Rusia ha sido esclarecido. El mes pasado se cumplieron cuatro años del asesinato de Anna Politkóvskaya, que sacó a la luz muchos de los abusos cometidos en Chechenia por las fuerzas de seguridad, y sus autores continúan todavía en libertad. Hace dos años, por cubrir las movilizaciones contra la tala del bosque de Jimki, recibió otra paliza el periodista Mijaíl Beketov, tuvieron que amputarle una pierna.