Tiago y el árbitro disparan al Atlético
El portugués firmó un golazo cuando el Rosenborg acariciaba la remontada frente a un campeón con dificultades para construir y al que le fallaba hasta De Gea
Actualizado: GuardarTiago había hecho un partido muy mediocre, igual que un equipo vulnerable atrás y con graves problemas para construir, pero firmó el gol de su vida a siete minutos del final. Arrancada, caño y, ya sin fuerzas, tremendo disparo desde fuera del área. Una diana soñada y un triunfo que no deben ocultar la realidad rojiblanca, y más con el Real Madrid a tres días vista. En una segunda parte horrible, en la que hasta De Gea fue una caricatura, el Atlético se había merecido perder en Trondheim, esta vez menos gélida, y complicarse sus opciones de seguir vivo en la ‘Europa League’. Pero tuvo el santo de cara y el árbitro ruso a favor, ya que concedió el gol inicial de Agüero en un fuera de juego clamoroso.
Con el derbi a la vuelta de la esquina y la excusa perfecta de un leve esguince de tobillo, Quique decidió dejar en el banquillo a Forlán. Una vuelta de tuerca a esta extraña relación, aunque los dos persiguen el mismo objetivo y el representante del uruguayo asegura que el ‘Balón de Oro’ del Mundial no se moverá del Atlético en el mercado invernal. Si está lesionado, para qué traerlo hasta Trondheim. Y si no, por qué vuelve a ser carne de banquillo en beneficio de Diego Costa, mucho más que una simple alternativa para el técnico en este principio de curso. Y cuando salió el charrúa, a falta de media hora, se marchó el ‘Kun’. Otra decisión discutible, aunque a la postre le saliera bien.
En ausencia de Reyes, a quien Quique sí dejó recuperarse en Madrid, Raúl García ocupó la banda derecha. No es su sitio pero el navarro fue de lo poco salvable de los rojiblancos. A diferencia de Tiago, empeñado siempre en jugar muy en cortito, los cambios de juego del ex osasunista deslumbraban. También sus intentos desde fuera. Inició la jugada del gol, a los cuatro minutos. Abrió a Simao, el portugués vio a Agüero y el argentino marcó a puerta vacía en un clamoroso fuera de juego que, curiosamente, nadie protestó. Mentalidad nórdica.
Limitaciones técnicas
Aunque jamás dio sensación de control en el centro del campo, el Atlético pudo resolver el duelo en la primera mitad. Pero Tiago desaprovechó un balón muerto dentro del área y Diego Costa no supo culminar delante del portero. Pese a sus enormes limitaciones técnicas, el Rosenborg comenzó a inquietar por arriba. Faltas y centros contrarrestados con muy poca contundencia.
Los ‘colchoneros’ sufrieron un asedio en la reanudación. A la vieja usanza, a base de aperturas, centros a la olla y balones peinados, los noruegos generaron enorme peligro. Perea y Domínguez no despejaban de forma expeditiva y tanto a Ujfalusi como a Antonio López les ganaban la espalda. Hasta De Gea erraba, como en el mal tiro de Henriksen que se tragó entre sus piernas. Luego, salvó un cabezazo picado de Prica. Pero se mostraba insegurísimo.
Intimidado por los fornidos vikingos, el joven portero salía poco y muy blando. Hasta medía mal a la hora de dejar salir un balón por la línea de fondo, se dejaba robar la cartera y se ganaba una amarilla por protestar. En una contra, ya con Forlán sobre el césped, Diego Costa la tuvo. Pero el brasileño volvió a fallar. La entrada de Mario Suárez sirvió a los atléticos para recuperar oxígeno y balón. Suficiente para que Tiago resolviera. Con ganar al Aris en el Calderón, el Atlético estaría en dieciseisavos.