Claves para seguir las elecciones legislativas
MADRID Actualizado: Guardar• Una tradición política. Las elecciones del martes (día electoral por antonomasia en la tradición política norteamericana, donde el presidente es elegido el primer martes después del primer lunes de noviembre cada cuatro años) son legislativas, estatales y locales a un tiempo. Todo el procedimiento deriva, en última instancia, de la Constitución, que data de 1787 y es el primer texto constitucional completo vigente en el mundo. Ha recibido durante estos años 27 enmiendas.
• Las cámaras. El aparato legislativo previsto por la Constitución es un congreso bicameral. Hay una cámara baja, o de diputados ( House of representatives en inglés) con 435 escaños elegidos en número diverso según la población de cada circunscripción. Ahora hay 255 diputados demócratas, 178 republicanos y dos vacantes. La cámara alta, o Senado, consta de cien senadores (57 demócratas, 41 republicanos y dos independientes) dos por cada estado de la Unión con independencia de la población y como expresión del fuerte federalismo que impregna el texto y la voluntad de los “padres fundadores”. Presidenta de la “House” es ahora la demócrata Nancy Pelosi y del Senado, por ley, el vicepresidente de la República, el también demócrata Joseph Biden.
• Requisitos para ser candidato. Las condiciones mínimas exigidas para ser diputado, además de impedimentos que legalmente impidan el acceso a la función pública, son tener un mínimo de 25 años, al menos siete de ciudadanía norteamericana y residir allí donde se presenta. Para ser senador se requieren al menos 30 años y nueve de ciudadanía (los presidentes han de haber cumplido los 35 y, en todo caso, haber nacido en los Estados Unidos).
• Lo que está enn juego. Durante la jornada de este martes la llamada elección de midterm (una renovación del legislativo que no puede coincidir con la elección presidencial). Este día dos de noviembre están en juego, además de muchísimos cargos locales, la totalidad de la ‘House’, 37 senadores y 37 gobernadores de otros tantos estados, algunos de trascendencia nacional por su envergadura económica, como California.
• El poder del legislativo en EEUU. El Congreso número 111 elegido en la historia del país. La importancia de disponer de mayoría en el Congreso no es tan acusada en los Estados Unidos como en Europa, donde es inimaginable que el gobierno no disponga de mayoría parlamentaria. Es probable que desde hoy la ‘House’ cambie de manos y la Sra. Pelosi sea sustituida por el diputado republicano Joe Boehner y eso no frenará la acción del ejecutivo porque el régimen es fuertemente presidencialista y elige al presidente desde abajo. El Senado complica eventualmente las cosas porque algunas leyes de rango superior o que involucren gasto de sumas particularmente elevadas requieren una mayoría cualificada (sesenta escaños). Los poderes ejecutivos de la Casa Blanca, además de un fuerte derecho de veto de de leyes se mantienen.
• Posibles problemas para Obama. La agenda legislativa del presidente y su gobierno para los dos años que restan de administración demócrata, podrían, en teoría no verse afectados con la utilización masiva – y legal – de la mencionada prerrogativa del veto, pero es una razonable previsión que Obama reoriente un poco el escenario y reordene sus prioridades. Es un hecho que, por ejemplo, el esfuerzo que hizo para aprobar una legislación sobre sanidad pública, un poco descafeinada pero en la línea de su promesa electoral, resultó socialmente divisivo y ha polarizado mucho la opinión y, de hecho, esterilizado otras iniciativas. El ejemplo del que echará manos el equipo presidencial es el de Bill Clinton que perdió en 1994 nada menos que 52 escaños, se reorganizó… y fue reelegido en el 96.
• El factor 'Tea Party'. Es una incógnita y, además, los resultados no la aclararán porque se vota republicano no “partido del té” y salvo que ganen candidatos declarados de la variopinta agrupación, como Sharron Angle en Nevada, que podría arrebatarle el escaño en el Senado nada menos que a Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en la cámara alta no será posible cuantificar el grado de penetración electoral de los recién llegados.
• ¿Afectará a la elección presidencial? El presidente deberá cuidar su reelección, ahora más en peligro que hace unos meses. Se dice que el primer deber de todo presidente es obtener un segundo mandato. El demócrata Clinton, más centrista y realista que Obama, lo consiguió, pero no el también demócrata Jimmy Carter (1977-81). Hasta ahora lo más inquietante para él de lo sucedido y dicho en la campaña es que un 45 por ciento de votantes demócratas consideran que el partido debería considerar ya la posibilidad de buscar otro candidato para 2012.