FÚTBOL | LIGA de CAMPEONES

El Valencia sale vivo de Escocia

En un partido vibrante bajo la lluvia el Glasgow Rangers contó con las mejores ocasiones de gol ante un equipo español dominante, pero con poca presencia en el área

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

A un paso estuvo el equipo de Emery de decir adiós a sus posibilidades de pasar a la siguiente fase. Porque durante gran parte del encuentro dominó y se quedó con el balón, pero nunca asustó a los defensivos guerreros azules porque apenas testeó a su guardameta. En cambio, los británicos pudieron haber sacado más provecho de su estrategia de repliegue y despegue de haber estado más precisos ante los errores de la zaga visitante y algunos titubeos de César bajo el aguacero de Glasgow.

Durante buena parte del partido el Valencia se enfrentó a un muro, una masa compacta de diez hombres que permanecían en su terreno para defender cualquier posibilidad de los españoles. Con Kenny Miller solo en ataque, los escoceses apostaban por una oportunidad caída del cielo para anotar. Sin embargo, estas oportunidades se sucedieron más de lo previsto por la falta de contundencia de Ricardo Costa y Navarro. Primero Naismith no llegó por poco a un balón en el borde del área y Kenny Miller se encontró en un cara a cara con César como un obstáculo insalvable. A la tercera no hubo perdón. Un lanzamiento de córner acabó en la cabeza de Edu sin que el guardameta español tuviera tiempo ni para provocar la falta del portento estadounidense. El Valencia había dominado pero sin acercarse a la portería rival y terminaba con el resultado en contra el descanso que podía ser una losa para los siguientes partidos.

Podía echarse la culpa a la lluvia o porque los de Emery se contagiaban del juego rápido de sus rivales, pero las jugadas se sucedían con los ché acelerados y el balón descontrolado la mayor parte del tiempo. También el centro del campo que había presentado Emery con Tino Costa y Topal se prestaba a ello. Mucho balón corto y pase entre líneas, pero los disparos de Tino Costa, Mathieu y Navarro apenas habían inquietado a McGregor en ese juego semejante al Arsenal que a los de Arsene Wenger les suele funcionar en las islas.

Un golpe de suerte

Emery tenía que cambiar el planteamiento y decidió prescindir del 'Chori' Castro a pesar de que el argentino había sido el más inspirado para encontrar hueco en la primera parte. Apenas se pudo comprobar la efectividad de la entrada de Soldado porque en el primer minuto el Valencia encontraba el empate en un balón colgado que cabeceaba Edu hacia su propia portería. Con la euforia del empate y el brío de sus rivales el encuentro se transformó en un correcalles sin orden ni concierto para ambos equipos.

Desde entonces hasta el final el Valencia se empeñó en buscar balones a la espalda de los cinco defensas rivales, estrategia que se demostró nula ante la facilidad de los centrales para hacerse con los balones aéreos. En cambio, los de Glasgow esperaban de sus arranques y balones al área otra oportunidad clara que le llegó a Foster a diez minutos del final que el lateral tampoco supo aprovechar. No obstante, también tuvo su ocasión Soldado en el tiempo de descuento al aprovechar un error de los rivales, pero el delantero se encontró con McGregor.

Así, el Valencia tendrá que presentar más ideas en su campo si quiere superar a los aguerridos Rangers y hacerse con un hueco en los octavos de final. Por el momento, los españoles mantienen sus opciones gracias a la poca puntería de sus rivales.