Bernanke calienta la expectativa de más medidas monetarias
El presidente de la Reserva Federal reconoce que las circunstancias requieren "más acción"
WASHINGTON Actualizado: GuardarLos mercados dan ya por seguro que la Reserva Federal tomará nuevas medidas de estímulo en su reunión del 2 y 3 de noviembre, después de que su presidente, Ben Bernanke, reconociera hoy que las circunstancias requieren "más acción" monetaria. En una conferencia en Boston (Massachusetts), Bernanke se refirió a los dos 'talones de Aquiles' de la economía estadounidense, el alto desempleo y la ausencia de tensiones inflacionarias, lo que indica un peligro de deflación o caída de los precios al consumo. Estas circunstancias ameritan una relajación "adicional y cautelosa" de la política monetaria, dijo.
Dado que la Fed tiene escaso margen de maniobra para bajar los tipos, que se encuentran por debajo del 0,25%, los expertos dan por seguro que la autoridad monetaria lanzará un nuevo programa masivo de compra de deuda pública, que hará bajar los tipos de interés reales y estimularán la economía.
Casi en paralelo al discurso de Bernanke, el Gobierno de Estados Unidos difundió hoy los últimos datos de inflación en el país, que confirman la ausencia de tensiones inflacionarias a las que hacía referencia el presidente de la Fed. El Índice de Precios de Consumo (IPC) de Estados Unidos subió un 0,1% en septiembre y situó la inflación anual de los últimos doce meses en el 1,1%. Esta cifra, que apenas ha subido en los últimos meses, se sitúa en la banda baja de lo que la Fed considera 'saludable', como es contar con una inflación de entre el 1 y el 2%.
Sobre la economía estadounidense planea desde hace tiempo la sombra de la deflación, un fenómeno económico de consecuencias negativas porque paraliza el gasto y la inversión, ante la perspectiva de caída de precios, y hace que retrocedan los salarios. El otro problema de Estados Unidos es que la economía está creciendo a un ritmo tan pausado que no es capaz de crear empleo. Las últimas cifras indican que la tasa de desempleo es del 9,6%, muy alta en una sociedad que no ofrece una amplia cobertura al desempleado.
Compra de bonos
En esta situación, Bernanke justificó la necesidad de que la autoridad monetaria abra de nuevo la espita de la política monetaria. Como es habitual, no ofreció detalles de los planes de la institución, pero todos los analistas dan por supuesto que, al término de la reunión del Comité Abierto del 2 y 3 de noviembre, la Fed anunciará un ambicioso plan de compra de bonos del Tesoro, como ya hizo en el pasado.
Durante los tiempos más duros de la crisis, la Fed lanzó un programa de compra de deuda pública y de activos vinculados al mercado inmobiliario, por importe de 1,7 billones de dólares. Bernanke explicó hoy que este programa dio los resultados esperados porque permitió bajar los tipos hipotecarios y respaldar la recuperación de este mercado. Ahora, dijo Bernanke, la Fed está contemplando la posibilidad de lanzar un nuevo programa, sin especificar la cuantía. Algunos medios financieros hablan de 500.000 millones de dólares, mientras que otros afirman que no sobrepasará los 100.000 millones.
Desde que los tipos de interés están cerca del 0%, la Fed tiene escasa capacidad de maniobra para estimular la economía con recortes de tipos, por lo que se ha embarcado en un nuevo método, que llama "facilidad cuantitativa" (quantitative easing, en ingles). En la práctica, este método supone inyectar fuertes cantidades de dinero en el sistema mediante la compra masiva de títulos en el mercado, como hizo con el programa de 1,7 billones, y como planea hacer ahora. Este método permite bajar la rentabilidad de la deuda y además inyectar liquidez en el sistema. Otro de los efectos es que se abarata el dólar, como consecuencia directa de la inyección de dinero en el sistema
No obstante, Bernanke aclaró que este sistema, que también ha aplicado el Banco de Inglaterra, tiene sus costes y sus riesgos: "Una de las desventajas de la compra de activos frente a las medidas monetarias convencionales es la poca experiencia que tenemos para evaluar su impacto en la economía". Otro de los riesgos, dijo, es que "baje la confianza del público sobre la capacidad de la institución para salir suavemente de esta medida en el tiempo apropiado", es decir, que la Fed sea capaz de deshacerse de estos títulos pronto y sin crear tensiones inflacionarias.