
Carmen Lomana abre las puertas de su casa
La empresaria, convertida en icono de la elegancia tras sus experiencias televisivas, publica 'Los diez mandamientos de la mujer 11'
MADRID Actualizado: GuardarDicen que la elegancia es algo innato. Que se tiene o no se tiene e impregna cada suspiro que emite el poseedor de tamaña cualidad. La empresaria Carmen Lomana tiene el don y lo despliega con generosidad desde su casa situada en el madrileño barrio Salamanca. Una vivienda amplia, acogedora y exenta de estridencias que revela en cada detalle las inquietudes de su moradora, un personaje que no ha dejado indiferente a nadie desde su primera aparición en los medios de comunicación.
Un mayordomo recibe en la puerta a los visitantes y les hace pasar educadamente al salón principal de la casa, presidido por un gran retrato de la dueña. Todo allí emana orden y limpieza, a excepción de los libros, que invanden todas las estancias de la casa y se amontonan en estanterías, mesas e incluso apilados sobre las alfombras. Arte, moda y también literatura, según se acierta a ver de pasada. Lo siguiente que llama la atención son varios marcos de fotos esparcidos sobre una mesita auxiliar. Muestran a una Carmen Lomana sonriente, visiblemente más joven y acompañada de personas que, se intuye, tienen alguna importancia en su vida.
Tras más de quince minutos de espera, Carmen Lomana atraviesa la estancia sin apenas rozar el suelo y ataviada de manera sencilla; camisa informal, vaqueros claros y calzado plano, algo así como el arreglá pero informal de los pijos. Tras las presentaciones, hace acto de presencia la coquetería: "Pero cómo váis a grabarme si voy de andar por casa". Pero Carmen luce espléndida y la entrevista da comienzo.
Maestra de estilo
En poco tiempo, Carmen Lomana se ha convertido en una celebridad y en un icono de la elegancia. Durante su paso por el programa televisivo Las joyas de la corona, la empresaria se descubrió como una maestra de estilo y saber estar. Todo ello lo refleja ahora en el libro Los diez mandamientos de la mujer 11, donde detalla paso a paso su actitud ante la vida: "Cuento mi concepto de la elegancia, del estilo, pero también cómo afrontar diferentes situaciones a las que te puedes enfrentar en la vida". Social, se entiende.
El libro incluye además recetas, trucos de belleza e incluso detalles y anécdotas de su vida. Sin embargo, y a pesar de su exposición mediática, Carmen Lomana es una gran desconocida. Guarda celosamente los detalles de su vida más privada, fintando con prudencia la estrecha línea que separa la presencia en las páginas rosas del impúdico desfile de miserias humanas que impera en los últimos tiempos.
Demuestra además que la elegancia no está reñida con la vivacidad. Durante la entrevista se muestra aguda, ingeniosa y natural, sin pose forzada en la actitud. Piensa las respuestas y responde con soltura. También es sorprendentemente resuelta. En apenas unos minutos y con naturalidad refrescante, prepara sobre el sofá un vestido negro, un bolso, una camisa y varios zapatos, con los que ofrece una suerte de masterclass sobre elegancia. Ahí es nada.