Imágen del etarra Arturo Cubillas, quien trabaja para el Gobierno de Chávez. / Antena3.com
polémica con caracas

El embajador de Venezuela matiza sus palabras después de insinuar que los etarras confesaron bajo torturas

El representante diplomático había asegurado que la "supuesta confesión pudo ser arrancada irregularmente, y no tendría ningún valor probatorio"

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El posible adiestramiento de etarras en Venezuela a cargo de un asesor del Gobierno de Hugo Chávez ha derivado en una insinuación muy grave por parte del embajador en Madrid aunque horas después la matizaba. Mientras que el Gobierno español destacaba la "respuesta clara de colaboración" del mandatario venezolano -palabras que ha confirmado el ministro venezolano Nicolás Maduro-, el representante diplomático de Caracas en Madrid aseguraba que tiene "serias dudas" de que las declaraciones de los presuntos miembros de ETA Javier Atristain y Juan Carlos Besance Zugasti sobre su entrenamiento en el país latinoamericano hayan sido "totalmente voluntarias".

"Aun conscientes de que en estos casos no debe ocurrir la tortura, las amenazas contra seres queridos o bien recompensas para que se pronunciaran en la forma que lo hicieron, Venezuela tiene serias dudas de que estas declaraciones, por falsas y maliciosas de parte de quienes las emitieron, hayan sido totalmente voluntarias", ha señalado el diplomático Isaías Rodríguez en una rueda de prensa en Madrid. Esto, a su juicio, "le quitaría eventualmente todo valor probatorio".

"Conjeturas sobre las confesiones"

En un comunicado leído durante la rueda de prensa, el embajador también ha planteado que "la supuesta confesión" "bien pudo ser arrancada irregularmente y, si así fuera, no tendría ningún valor probatorio; bien pudo ser una estrategia jurídica de los imputados para aminorar la pena y tampoco tendría pleno valor probatorio contra terceros". Posteriormente, en el turno de preguntas, el diplomático ha insistido en que Venezuela cree "en el procedimiento legal español" y que "simplemente hacía conjeturas, desde el punto de vista teórico, de que no toda confesión (...) puede tenerse como válida".

"Yo reitero que nosotros no tenemos dudas sobre como se administra la Justicia en España. Estaba simplemente manejando, como experto en Derecho Penal, las hipótesis que pudieran ocurrir con una confesión", puntualizaba. Rodríguez considera que "es absurdo dar más credibilidad a uno o dos imputados, que supuestamente confiesan un eventual crimen o delito, para favorecer la defensa de los presuntos hechos que se le imputan y no darle credibilidad a un Estado que ha cooperado con las causas de la paz".

Horas después, vía comunicado, ha llegado la puntualización. El embajador ha asegura que en sus declaraciones no ha acusado en ningún momento a España de posibles sobornos o torturas. Y añade que la interpretación realizada por algunos medios es consecuencia de una descontextualización y manipulación de sus palabras "para tratar de enfrentar a dos gobiernos amigos". El embajador se remite a sus declaraciones de esta mañana para recordar que "es absurdo dar más credibilidad a unos criminales que supuestamente confiesan un eventual crimen o delito para favorecer la defensa del presunto hecho cometido y no darle credibilidad a un Estado cooperante con las causas de la paz".

Los dos presuntos miembros de ETA, detenidos la pasada semana, han declarado que recibieron esa formación entre julio y agosto de 2008 en Venezuela por parte del presunto etarra Arturo Cubillas y José Lorenzo Ayestarán. El embajador ha explicado que su país rechaza "la supuesta confesión" de los presuntos etarras, así como "todos los presuntos entrenamientos a ex miembros de las FARC por miembros de ETA en la selva venezolana". "Nada de eso está probado, ni lo estará nunca porque es absolutamente falso", añadía.

Venezuela insiste en la cooperación

Por su parte, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, ha afirmado que su país ha activado los mecanismos de cooperación con España "en todos los sentidos". En declaraciones a la televisión privada Venevisión, Maduro ha reiterado que el Estado venezolano y el Gobierno del presidente Hugo Chávez "nunca y jamás han tenido relación, de ningún tipo, con esta organización terrorista de origen vasco llamada ETA".

"Nosotros hemos actuado con transparencia y activaremos los mecanismos de cooperación en todos los sentidos", ha dicho el canciller, en relación al hecho de que los presuntos miembros de ETA Javier Atristain y Juan Carlos Besance se adiestraron en julio y agosto de 2008 en Venezuela, según un auto de un juez español.

El PP espera una protesta formal

Frente a estas declaraciones, la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha asegurado que da "total credibilidad" a la declaración prestada ante la Guardia Civil por los presuntos etarras. Lo mismo que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. El PP ha pedido que el Gobierno retire el plácet al embajador. El portavoz de Asuntos Iberoamericanos en el Senado, Dionisio García Carnero, ha trasladado esta reclamación al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, durante la sesión de control en la Cámara Alta.

También le ha pedido que llame a consultas al embajador de España en Caracas. García Carnero ha calificado de "intolerable" la declaración de Isaías Rodríguez. El senador del PP ha exhortado a Moratinos a tomar medidas contra el representante diplomático "si quiere servir a la democracia, a los demócratas venezolanos y a las instituciones españolas". "No se puede aceptar esa insinuación", ha insistido García Carnero sobre la alusión a las torturas del diplomático venezolano, quien horas más tarde ha aclarado que no ha acusado en ningún momento a España de posibles sobornos o torturas.

García Carnero se ha referido a este asunto en su turno de réplica, después de haber preguntado al ministro por las recientes elecciones legislativas celebradas en Venezuela. Cuando Moratinos le iba a responder, el presidente del Senado, Javier Rojo, se lo ha impedido al haber agotado todo su tiempo -dos minutos y medio- en su primera intervención.